Antonio Pajsi, agricultor beneficiario del proyecto Frutales en la provincia de Sandia, expresó su frustración por la falta de avances en la iniciativa, a pesar de una inversión de 52 millones de soles en tres años. Más de la mitad de los cítricos injertados han muerto, lo que ha generado preocupación entre los productores locales.
Pajsi, quien también representa a los agricultores del distrito San Pedro de Putinapunco, señaló que los técnicos actuales carecen de experiencia práctica en el manejo de cítricos. Los beneficiarios exigen profesionales capacitados que puedan ofrecer soluciones efectivas y no solo conocimientos teóricos.
Aunque se cambió al supervisor del proyecto, los agricultores aseguran que los técnicos no cuentan con parcelas demostrativas ni con la experiencia necesaria. Pajsi destacó que, a pesar de las reuniones con el subprefecto y el consejero regional en 2023, sus demandas no han sido atendidas.
Los agricultores, provenientes de zonas alejadas, enfrentan dificultades adicionales al tener que invertir sus propios recursos para asistir a las reuniones. “A veces quitamos el pan de nuestros hijos para venir”, lamentó Pajsi, reflejando el impacto económico que estas fallas generan en las familias.
El proyecto Frutales, clave para la economía local, requiere un enfoque práctico y técnicos capacitados para evitar más pérdidas. Los agricultores continúan exigiendo soluciones concretas y esperan ver avances significativos antes de que el proyecto concluya. La situación pone en evidencia la necesidad de una gestión más eficiente y comprometida con las necesidades de los productores.