Un nuevo reporte de la plataforma RAMI, basado en imágenes satelitales de radar desarrolladas por Conservación Amazónica (ACCA), muestra cómo avanza la minería de oro en distintas zonas del país. El monitoreo del mes de octubre registró pérdida de bosque por esta actividad en concesiones bloqueadas, territorios indígenas y áreas naturales protegidas. Además, se identificó la aparición de nuevas infraestructuras mineras en el norte amazónico. En todos estos lugares se observan señales de actividad minera con impactos que varían según la zona. Los exploramos a continuación.
Afectación en territorio indígena y área natural protegida
Uno de los puntos más sensibles se encuentra en la Comunidad Nativa Kotsimba, donde se registraron 30 alertas que representan 3.12 hectáreas de bosque perdido. La afectación llega a zonas de uso comunal con bosque primario.
Otro escenario vuelve a presentarse en la Reserva Nacional Tambopata, en Madre de Dios, una de las áreas naturales protegidas más biodiversas del país. El monitoreo identificó 91 alertas y una pérdida de 11.66 hectáreas. Estos datos reflejan la presión constante que enfrenta esta área protegida. En el informe de septiembre ya se habían reportado 76 alertas por minería que ocasionaron la pérdida de 1.99 hectáreas de bosque en esta ANP, una situación que se mantiene en cada monitoreo mensual.
El mapa de concentración indica que los sectores ubicados entre los ríos Inambari y Malinowski siguen siendo los más afectados, con agrupaciones densas de alertas en ambas márgenes del Malinowski.
El monitoreo identificó 91 alertas y una pérdida de 11.66 hectáreas en la Reserva Nacional Tambopata. (Hecho por ACCA)
Minería continúa en concesiones bloqueadas
El informe también señala dos concesiones bloqueadas donde se registró deforestación reciente. En la Concesión Minera Bloqueada Luz Marleni Jara Bellota se reportaron 16 alertas y una pérdida total de 2.2 hectáreas de bosque. Un escenario parecido se observa en la Concesión Bloqueada Amazon Gold E.I.R.L., donde se identificaron otras 16 alertas y una pérdida de 1.5 hectáreas.
Estos datos muestran que las operaciones mineras continúan en zonas que tienen restricciones formales. La plataforma advierte que estas áreas mantienen actividad pese al bloqueo administrativo.
Nuevos hallazgos en el norte: minería en la quebrada Sawintsa
El monitoreo también confirma actividad minera en una zona distinta del país. En la quebrada Sawintsa, región Amazonas, se detectaron 55.38 hectáreas con actividad minera durante octubre. Además, se identificaron 26 infraestructuras, entre ellas campamentos y maquinaria pesada. Incluso, en un punto específico, la imagen satelital muestra seis máquinas dedicadas a la extracción de oro.
Estos hallazgos amplían la geografía del problema y alertan sobre la expansión de operaciones hacia áreas con menor visibilidad pública.

Minería continúa avanzando en territorios vulnerables
Si bien el análisis de RAMI para octubre de 2025 muestra un descenso en el número total de alertas, también evidencia que la minería aurífera sigue avanzando hacia territorios vulnerables, desde comunidades nativas hasta áreas naturales protegidas. El reporte destaca puntos que requieren atención urgente y alerta sobre la presencia creciente de infraestructura minera en zonas remotas como Sawintsa.
La continuidad de estas alertas confirma un patrón, que la actividad minera cambia de posición, se desplaza y abre a nuevas rutas, mientras el bosque no dejar de perder espacio en regiones esenciales para la conservación amazónica.
¿Qué es RAMI? Monitoreo y control de la minería ilegal
RAMI (Monitoreo de Minería Satelital con Imágenes de Radar) es una iniciativa del Observatorio de Minería Ilegal (OMI), un espacio especializado que reúne a la sociedad civil y expertos para monitorear el cumplimiento del marco legal, identificar amenazas y evaluar los impactos de la minería ilegal con el objetivo de prevenir y mitigar sus efectos socioambientales.
La plataforma RAMI permite monitorear de manera constante la minería de oro y la deforestación en la Amazonía. Gracias a imágenes satelitales, es posible detectar rápidamente nuevas infraestructuras y cambios en los bosques. Con ello se convierte en una herramienta clave para autoridades y organizaciones civiles que buscan frenar la minería ilegal.
A pesar de los esfuerzos de monitoreo, la presión minera continúa creciendo en distintos sectores de la Amazonía. Accede a los datos del mes de septiembre aquí.
*Conoce más sobre la plataforma RAMI aquí.
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