Reveladores imágenes de las cámaras de seguridad evidencian que sí hubo un “anforazo” en las elecciones del Ilustre Colegio de Abogados de Puno (ICAP). Fueron los mismos miembros de mesa de la Mesa 3, los que introdujeron cédulas de votación al ánfora.
Las cámaras del colegio donde se realizaron las elecciones, confirman irregularidades en el proceso realizado el último fin de semana. El video de más de ocho horas de duración muestra el actuar de los miembros de mesa y otros implicados.
Después del mediodía, se visualiza a los miembros de mesa introducir cédulas al ánfora. Alrededor de cinco extractos muestran cómo las cédulas son colocadas de uno en uno y en bloque.
A las 12:58 horas se observa a la miembro de mesa que está al lado del ánfora, introducir una cédula inmediatamente después de que uno de los electores sale del salón.
Luego, otro extracto muestra a quien sería el presidente de mesa levantarse de su silla, dar indicaciones a los otros miembros, luego una persona que está en la puerta y que habría actuado como “campana”, le dice algo; este regresa a la mesa mientras una de las integrantes alista un paquete de cédulas, le entrega y de forma rápida las introduce al ánfora.
Los miembros de mesa fueron identificados como Lins Quispe Mamani, como presidente, Griselda Karen Hallasi Chambi como secretaria y Ana Zarai Huanca Catari, como relatora.
Según el Comité Electoral, ellos eran personas ajenas al ICAP. Solo se les contrató por ese día y se les pagó 100 soles a cada uno.
Se pudo conocer además que, quien habría actuado como “campana”, sería Lenin Bladimir Quispe Mamani, hermano del presidente de mesa, y a quien se le vio junto al proclamado ganador Ángel Huanca, en campaña.
Durante el video se ve solamente a 293 votantes, pero extrañamente aparecieron 406 cédulas, es decir, 113 más, lo que evidencia el “anforazo”.
Pero, ¿dónde estaban los personeros? Según se pudo conocer y ver, los miembros de mesa aprovechaban que estos salían o los “tapaban” para introducir las cédulas.
¿Y la ONPE? También se ve que personal de la ONPE, que supervisaba el proceso, solamente entraba de a ratos a cada salón. El número de veedores era mínimo para las 20 mesas instaladas.
