Desde hace una semana, los semáforos en Azángaro han dejado de funcionar, generando un peligro constante para conductores, peatones y transportistas. Las principales calles se han convertido en un caos, incrementando el riesgo de accidentes y atropellos diariamente.
Mientras la ciudad enfrenta esta grave situación, el alcalde Salvador Apaza Flores ha estado notablemente ausente. Los ciudadanos denuncian que, en lugar de abordar el problema, el alcalde está más preocupado por salvaguardar sus intereses políticos y evitar la vacancia.
Los habitantes de Azángaro están hartos de la incapacidad y el abandono. Exigen acciones inmediatas para solucionar este problema que pone en riesgo sus vidas. La inoperancia de la gestión municipal ha sido calificada como criminal por los propios pobladores.
Los ciudadanos sienten que las autoridades foráneas no muestran interés alguno en los problemas que aquejan a la ciudad. Esta indiferencia ha generado un creciente malestar entre los pobladores, quienes se sienten abandonados y en peligro constante.
La situación es crítica y requiere una solución urgente. Los pobladores molestos han hecho un llamado directo al alcalde para que dé la cara y tome medidas inmediatas. La vida de la gente no puede esperar, y cada día que pasa sin una solución aumenta el riesgo para todos.
Azángaro está al límite, y la falta de acción por parte de las autoridades está llevando a la ciudadanía a un punto de quiebre. Es imperativo que se tomen medidas concretas para restaurar el orden y la seguridad en las calles de Azángaro.