En una operación sin precedentes, la policía boliviana ha logrado decomisar más de 7,2 toneladas de cocaína destinadas a Bélgica, considerada como la segunda mayor incautación de drogas en la historia del país sudamericano. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, reveló detalles impactantes.
Según las autoridades, la droga se encontraba camuflada en dos camiones que transportaban hierro chatarra para su exportación a Europa a través de puertos chilenos en el océano Pacífico. El valor estimado de la cocaína incautada supera los 451 millones de dólares en el mercado europeo.
El operativo tuvo lugar en la región altiplánica de Pisiga, en la frontera con Chile, donde se interceptaron los vehículos cargados con el narcótico. Del Castillo lamentó que los responsables del tráfico de drogas lograron huir del país rumbo a Estados Unidos.
«Lamentablemente, por información filtrada a los medios de comunicación a través del Ministerio Público, los dueños de esta mercadería se han fugado del país», expresó el ministro, dejando entrever la posible existencia de una fuga de información que alertó a los traficantes.
Este golpe al narcotráfico se suma a la histórica incautación de más de 8 toneladas de clorhidrato de cocaína realizada en enero de este año, también en la frontera con Chile, con destino a los Países Bajos, considerada la mayor redada de drogas en Bolivia.
Estas operaciones exitosas demuestran el compromiso de las autoridades bolivianas en la lucha contra el tráfico de estupefacientes y el desmantelamiento de las redes criminales involucradas en este lucrativo negocio ilegal que amenaza la seguridad regional y mundial.
A pesar de los avances, es evidente que los cárteles del narcotráfico siguen buscando rutas y métodos cada vez más sofisticados para evadir los controles y hacer llegar sus cargamentos a los mercados internacionales, desafiando constantemente a las fuerzas del orden.
