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Bolivia irá a segunda vuelta presidencial tras elecciones domingo

Rodrigo Paz sorprende al liderar los comicios con respaldo ciudadano mientras el Movimiento al Socialismo sufre su peor derrota en dos décadas de gobierno

Bolivia define segunda vuelta presidencial el 19 de octubre, Rodrigo Paz lidera con 32.8% seguido de Jorge Quiroga con 26.4% tras desplome del MAS

Bolivia tendrá segunda vuelta presidencial el 19 de octubre después de que ningún candidato alcanzara la mayoría requerida en las elecciones del domingo. El senador centrista Rodrigo Paz obtuvo 32.8% de los votos, seguido del expresidente de derecha Jorge Quiroga con 26.4%. Con más del 91% de actas escrutadas, ambos disputarán la balotaje en la segunda vuelta desde el retorno democrático de 1982.

Los resultados terminaron con más de dos décadas de dominio izquierdista en la nación andina. El oficialista Movimiento al Socialismo perdió protagonismo tras gobernar casi ininterrumpidamente desde que Evo Morales llegó al poder en 2006 durante la ola rosa latinoamericana.

«Siempre Bolivia, todo por Bolivia», declaró Paz ante multitudes que lo vitorearon. El exalcalde añadió que «este modelo económico debe cambiar», distanciándose de las políticas estatales implementadas por el MAS en los últimos años.

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Crisis económica sepulta al oficialismo

El Movimiento al Socialismo sufrió su peor derrota electoral en décadas este domingo. Eduardo del Castillo, candidato oficial del partido, terminó sexto con apenas 3.2% de los votos. Andrónico Rodríguez, presidente del Senado considerado la mejor opción izquierdista, capturó únicamente 8% de los sufragios.

La debacle del MAS refleja el descontento ciudadano por la crisis económica boliviana. La inflación anual escaló del 2% hace menos de dos años a más del 16% el mes pasado. La escasez de combustible paralizó el país mientras la falta de dólares estadounidenses necesarios para importaciones esenciales como trigo paralizó la economía nacional.

Durante sus casi 14 años de gobierno, Morales expandió los derechos de la mayoría indígena, defendió a los cocaleros contra programas de erradicación respaldados por Estados Unidos y destinó ganancias del gas natural a programas sociales e infraestructura. Sin embargo, sus intentos autoritarios de prolongar su presidencia y las acusaciones de relaciones sexuales con menores deterioraron su imagen.

«Lo que pasó es sin precedentes. Bolivia le dijo al mundo que queremos vivir en una nación libre. Es una noche histórica.»

Centrista sorprende con liderazgo inesperado

Paz sorprendió a una nación que esperaba ver a los principales contendientes de derecha disputando la segunda vuelta. Las encuestas previas favorecían a Quiroga y al empresario Samuel Doria Medina, quien sufrió su cuarta derrota presidencial consecutiva este domingo.

«Quería servir a Bolivia como presidente y no ha sido posible», admitió Doria Medina ante sus seguidores con rostros sombríos. El empresario reconoció no tener «ningún arrepentimiento» por su nuevo fracaso electoral.

La campaña de Paz ganó tracción inesperada tras aliarse con Edman Lara, un excapitán de policía experto en redes sociales. Sus partidarios lo consideran un líder audaz dispuesto a enfrentar la corrupción enquistada en las instituciones estatales bolivianas.

«Quiero felicitar al pueblo porque esto es una señal de cambio. Quieren un futuro diferente.»

Ambivalencia ciudadana hacia giro derechista

El triunfo del centrista refleja la ambivalencia boliviana hacia un giro dramático hacia la derecha. Paz se distanció de las propuestas de Quiroga y Doria Medina para vender las abundantes reservas de litio bolivianas a empresas extranjeras y recurrir al Fondo Monetario Internacional.

También lanzó ataques devastadores contra el partido MAS y su modelo económico de subsidios energéticos e inversión pública fuerte. «Quiero felicitar al pueblo porque esto es una señal de cambio», declaró el candidato centrista tras conocer los resultados electorales.

Los seguidores de Paz describen al exalcalde de Tarija como un rostro fresco con ideas nuevas. «Queremos gente nueva, nuevas propuestas, otra oportunidad para los jóvenes», expresó Jaqueline Cachaca, partidaria de 38 años que perdió su empleo bancario este año.

«Estuvieron dentro del gobierno. Si no pudieron gobernar bien antes, ¿qué nos hace pensar que lo harán ahora?»

Candidatos con vínculos al pasado político

Pese a sus promesas de cambio, Doria Medina y Quiroga lucharon por generar entusiasmo electoral. Los bolivianos los asocian con las administraciones neoliberales respaldadas por Estados Unidos que Morales repudió al asumir el poder en 2006, declarando el fin del experimento capitalista.

Sin embargo, Paz también tiene vínculos profundos con la élite política tradicional boliviana. El legislador de 57 años posee una larga carrera política y es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, quien gobernó entre 1989 y 1993.

Después de dos décadas de políticas populistas dirigidas por el Estado, Bolivia enfrenta un retorno al ajuste fiscal. Tras años de alineación con potencias como China y Rusia, el país parece prepararse para reconciliarse con Estados Unidos.

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