En un fallo reciente, el Juzgado de Familia ordenó que Carlos Londoño, acusado de maltrato psicológico, físico y sexual, se someta a un tratamiento psicológico reeducativo en el Hospital Regional Manuel Núñez Butrón. La decisión se tomó tras una evaluación psicológica que incluyó testimonios de su expareja, Diana Rubí, quien declaró haber sufrido amenazas y violencia durante su relación.
Diana Rubí, visiblemente afectada, relató que el proceso ha sido agotador. “He pasado más de cinco horas en evaluaciones psicológicas para presentar informes detallados de lo vivido”, afirmó. El juzgado también dispuso medidas de protección para garantizar su seguridad, incluyendo la prohibición de que Londoño se acerque o amenace a la víctima.
A pesar de las medidas, la joven expresó su temor por vivir sola. “El miedo está presente porque, a través de intermediarios, él podría hacerme daño”, confesó. Diana pidió a las autoridades mayor consideración, ya que su situación de vulnerabilidad la expone a riesgos constantes. Además, reveló que el informe psicológico evidenció violencia física, psicológica y sexual, hechos que no había reconocido plenamente hasta ahora.
El caso, actualmente en manos de la Fiscalía, ha generado controversia debido a las presiones que Diana ha enfrentado. “Me han reñido por salir a los medios, pero es la única manera de visibilizar mi situación”, declaró. Londoño, a través de intermediarios, habría amenazado a su entorno, lo que agrava la tensión en este proceso legal.