Los ciudadanos de Puno expresan su rotundo rechazo al incremento presupuestario destinado a planillas estatales para 2026, especialmente cuando estos aumentos benefician principalmente a congresistas y altos funcionarios mientras sectores esenciales como educación y salud enfrentan serias carencias.
Duilio Palomino cuestionó que los aumentos salariales favorezcan a congresistas y funcionarios de alto rango. «Si hay un incremento en los sueldos debería darse a los sectores que lo requieren, como educación o salud», manifestó el ciudadano durante la consulta realizada en la región altiplánica.
Pedro Tapia Cruz respaldó la necesidad de reajustes salariales, aunque enfatizó prioridades diferentes. «La seguridad, la salud y la educación. La seguridad más que todo», declaró el vecino, señalando los sectores que considera fundamentales para recibir inversión antes que incrementos en planillas administrativas.
Gabriela Limón planteó la importancia de establecer criterios claros para justificar cualquier aumento salarial. La ciudadana explicó que debe existir «coherencia entre el aumento y el trabajo que se realiza», buscando reconocer la eficiencia laboral y evitar premiar resultados inexistentes en el sector público.
Orlando Ríos adoptó una posición más severa al calificar estos incrementos como «una mala práctica del Gobierno». El entrevistado añadió que la inversión debe centrarse en educación porque «un pueblo ignorante tiene autoridades ignorantes», además de demandar recursos para combatir la anemia infantil que afecta al 32% de niños puneños.
Jessica Jallo calificó como «lamentable que se incremente el gasto en planillas mientras persiste la pobreza extrema» en la región. La ciudadana defendió priorizar seguridad ciudadana y educación, argumentando que «desde ahí se imparten los conocimientos para que podamos cambiar como sociedad» en lugar de incrementar salarios burocráticos.