Exdirigente Félix Suasaca reveló que el 83.5 por ciento de la población en la cuenca Coata en la provincia de Puno, vive con metales pesados en su cuerpo, análisis recientes confirmaron la presencia de arsénico y mercurio en la sangre de niños y adultos, la situación alarma a toda la región.
El exdirigente compartió que los estudios oficiales muestran que la contaminación afecta a más de 18 distritos de Puno, los exámenes de sangre y orina detectaron niveles peligrosos de arsénico, mercurio y plomo, la crisis de salud pública se agrava cada año.
Muchos habitantes sufren enfermedades graves y sin cura, se reportan casos de daño renal y muertes relacionadas con la exposición a metales pesados, los médicos confirman que el plomo daña huesos, el arsénico afecta cerebro y riñones, el mercurio ataca el sistema nervioso.
La principal causa de esta contaminación es la minería, empresas grandes dejan relaves cerca de los ríos, el colapso de depósitos mineros ha impactado directamente a familias y escuelas, los relaves transportan metales tóxicos a la cuenca Coata y al lago Titicaca.
El agua contaminada llega a los hogares y a los cultivos, los pobladores consumen alimentos y agua con metales pesados, la falta de plantas de tratamiento agrava el problema, las comunidades dependen de camiones cisterna para evitar el agua de los pozos contaminados.
El ministro Ángel Manero minimizó el riesgo y declaró que los metales pesados no contaminan las plantas, incluso los llamó nutrientes, sus palabras generaron rechazo porque los informes técnicos y la experiencia de los afectados demuestran lo contrario.
Félix Suasaca lamentó la falta de respuesta efectiva de las autoridades, la población exige acciones urgentes para frenar la contaminación y remediar las zonas afectadas, la crisis ambiental y sanitaria sigue sin solución a pesar de sentencias judiciales y promesas oficiales.
Las organizaciones sociales y los dirigentes mantienen la presión para que el Estado cumpla con las medidas ordenadas, la población de Coata pide agua limpia y atención médica especializada, la salud de miles de personas está en riesgo y la contaminación sigue avanzando.