sábado 02, agosto 2025
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Comerciantes logran retiro temporal de militares en frontera Perú-Bolivia

Comerciantes denuncian caída en ventas y exigen control fronterizo justo mientras el sol peruano desplaza al boliviano en transacciones

Desaguadero en crisis por militarización boliviana que afecta comercio y genera tensión entre comerciantes de ambos países en medio de crisis económica

La ciudad fronteriza de Desaguadero vive momentos de tensión tras la militarización ordenada por el gobierno boliviano, que ha provocado una significativa reducción del comercio binacional y el malestar de comerciantes de ambos países. La medida, implementada desde el 21 de octubre mediante un decreto supremo, fue establecida como respuesta a la crisis económica que atraviesa Bolivia, caracterizada por la escasez de dólares y la devaluación de su moneda nacional.

Los comerciantes locales reportan una caída de aproximadamente 50% en sus ventas desde la llegada de los militares, quienes fueron apostados en el puente internacional que conecta ambos países. La situación llegó a un punto crítico este miércoles 30, cuando una asamblea multitudinaria de comerciantes bolivianos, liderada por la Junta de Vecinos de Desaguadero Bolivia, logró hacer retroceder a los efectivos militares.

Según explica Cristóbal Mamani Mamani, secretario de la Junta de Vecinos, el decreto gubernamental, emitido el 9 de octubre, tenía como objetivo controlar la salida de productos de primera necesidad desde Bolivia hacia Perú. Sin embargo, los comerciantes denuncian que los militares excedieron sus funciones, realizando controles indiscriminados sobre todo tipo de mercaderías, incluyendo ropa nacional, artesanías y hasta las maletas de turistas.

La crisis monetaria en Bolivia ha generado un fenómeno particular en la zona fronteriza: los comerciantes ahora prefieren realizar sus transacciones en soles peruanos, ya que un sol equivale aproximadamente a 2.81 bolivianos, convirtiendo a la moneda peruana en la preferida para el comercio local.

Los dirigentes locales enfatizan que no se oponen al control fronterizo, pero exigen que se realice de manera ordenada y sin abusos. Señalan que Desaguadero ya cuenta con múltiples puntos de control, incluyendo la presencia de aduanas, SENASAG, y controles itinerantes en la población de Huaqui, lo que hace innecesaria la presencia militar adicional en el puente fronterizo.

La situación permanece incierta, ya que se espera que los militares retornen con nuevas instrucciones. Los comerciantes y autoridades locales han solicitado al gobierno central boliviano una reglamentación clara y procedimientos específicos que no obstaculicen el comercio legítimo entre ambos países.

Esta crisis comercial afecta especialmente a los pequeños comerciantes de ambos lados de la frontera, quienes dependen del comercio diario para su subsistencia, y ha transformado a Desaguadero en un reflejo de las tensiones económicas que atraviesa la región.

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