Los consejeros regionales, Alfredo Ucharico Uruchi y Giorni Bautista Ticona, están en la mira por su deficiente labor de fiscalización. Sus acciones resultaron insuficientes ante el colapso y el aumento de costo del Coliseo de Salcedo, una obra valorizada en S/. 82 millones.
La Contraloría emitió múltiples informes alertando sobre graves fallas constructivas y logísticas, pero estas advertencias no se reflejaron en las acciones de los consejeros. La inestabilidad total de la estructura se vincula con la falta de una supervisión rigurosa de las autoridades regionales.
El consejero Alfredo Ucharico solo registra una actividad de fiscalización sobre el proyecto en el balance semestral. Esta única visita se realizó el 13 de marzo de este año, con un gasto de 667.30 soles destinado al fortalecimiento de su función de fiscalización.
En dicha fiscalización, las conclusiones señalaron una mejora «ligeramente positiva, pero insuficiente» en la ejecución física global. Se advirtió el riesgo de una sobrevalorización debido al disparo en la ejecución financiera, pero no se detectaron fallas estructurales.
La consejera Giorni Bautista Ticona también muestra una actividad mínima, realizando solo una fiscalización en tres años de gestión. Su única visita registrada fue el 04 de marzo de este año, con un gasto de 1,489.75 soles, sin identificar problemas clave.
Las recomendaciones de Ticona se limitaron a exhortar al personal a «exigir el orden y cumplimiento» y a no postergar los proyectos. Estas acciones superficiales omitieron las serias deficiencias y la falta de seguridad evidenciadas en los informes técnicos de la Contraloría.
La única y tardía fiscalización de ambos consejeros no advirtió las irregularidades críticas ni el riesgo de colapso de la estructura metálica. Este incumplimiento de deberes contribuyó al desbalance financiero y físico del proyecto, retrasando su culminación.
Durante el año 2024, la Contraloría emitió el Informe de Hito de Control n.° 002-2024-OCI/5350-SCC, que advirtió incumplimientos serios en la licitación para la adquisición de las butacas. Estas irregularidades comprometían la transparencia y la calidad de la obra.
Posteriormente, los informes n.° 014-2024-OCI/5350-SCC y n.° 020-2024-OCI/5350-SCC revelaron la utilización de materiales vencidos y un almacenamiento inadecuado. Estas fallas logísticas afectaron directamente el proceso constructivo, contribuyendo al retraso del proyecto.
El Informe de Control Concurrente n.° 030-2024-OCI/5350-SCC evidenció la falta de certificación ambiental y fallas específicas en el proceso constructivo de estructuras. Además, detalló la ausencia de medidas de seguridad y la aprobación de modificaciones sin el sustento presupuestario.
