La promoción del Carnaval de Oruro por parte de los Nansana Kids Foundation ha desatado una ola de críticas debido al uso de la imagen de las caretas de la Diablada Puneña, una danza tradicional peruana, en su campaña.
Esta estrategia ha sorprendido a muchos, ya que emplea elementos de la cultura puneña para promover una fiesta boliviana, generando una discusión sobre la apropiación cultural.
El éxito de los Nansana Kids en Bolivia ha sido estrechamente vinculado a su popularidad en Perú, especialmente después de que se viralizaron en TikTok con música del Grupo 5, lo que les permitió ganar reconocimiento internacional.
Su conexión con el público peruano, que incluso incluyó transmisiones en vivo con la bandera y el himno peruanos, atrajo la atención de usuarios bolivianos. A raíz de esto, surgieron sugerencias para que los niños promovieran también música boliviana, lo que culminó en una colaboración con grupos de ese país y en la campaña del Carnaval de Oruro.
Sin embargo, el uso de la Diablada Puneña en la campaña ha generado desconcierto entre los críticos, quienes cuestionan la autenticidad de la promoción. Muchos consideran que este acto refleja la compleja relación cultural entre Perú y Bolivia, donde a menudo surgen disputas sobre la identidad y el origen de diversas tradiciones.
La controversia no solo pone en evidencia los lazos culturales entre ambos países, sino también la forma en que los elementos tradicionales son utilizados con fines comerciales.