El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró este lunes 10 de noviembre la cumbre climática COP30 en Belém sin Estados Unidos. La ausencia estadounidense marca un giro tras el retiro del Acuerdo de París por Donald Trump.
Los activistas utilizaron una silla vacía para evidenciar la falta de la nación más rica del mundo y segundo mayor contaminante de carbono global. Estados Unidos es uno de cuatro países ausentes junto a San Marino, Afganistán y Myanmar.
El secretario climático de Naciones Unidas, Simon Stiell, afirmó que la humanidad aún tiene capacidad de lucha contra el cambio climático. «Tenemos algunos pesos pesados de nuestro lado. Uno es el poder bruto de las fuerzas del mercado», declaró Stiell.
Naciones presentan planes actualizados contra el cambio climático en Brasil
Las 195 naciones participantes llegaron a Belém con sus planes nacionales actualizados para combatir el cambio climático según el mandato establecido. Naciones Unidas calculó que los compromisos prometen reducir 12% las emisiones globales proyectadas para 2035 respecto a 2019.
Lula da Silva urgió a los negociadores a no olvidar que «la emergencia climática es un aumento de la desigualdad» en el mundo. «Profundiza la lógica perversa que define quién merece vivir y quién debe morir», expresó el mandatario brasileño. El presidente destacó desastres recientes como huracanes y tornados.
La embajadora de Palaos, Ilana Seid, presidenta de la Alianza de Pequeños Estados Insulares, afirmó que el retiro estadounidense «realmente ha cambiado la gravedad» del sistema. El experto Todd Stern consideró que la ausencia de negociadores estadounidenses evita conversaciones no constructivas en la cumbre amazónica.


