De “Pequeña Australia” a provincia estancada, Azángaro enfrenta una profunda crisis de desarrollo que contrasta con su pasado ganadero próspero de hace 50 años, cuando sus productos lácteos competían en el mercado internacional, según el historiador de esa provincia, Marcelino Apaza.
En entrevista con Razón Libre de Pachamama Radio, Apaza recordó que esta provincia puneña lideraba la producción ganadera en los años 70. Hoy, en cambio, sufre el abandono de obras públicas y un proceso de vacancia contra su alcalde, acusado de ineficiencia administrativa.
El historiador atribuye parte de la crisis a los recortes presupuestales aplicados desde 2013, que han concentrado los recursos en el gobierno central y dejado sin capacidad de inversión a los gobiernos provinciales y distritales.
Otro factor importante fue la expansión de la minería informal en La Rinconada, que provocó una migración masiva de productores agropecuarios hacia actividades extractivas. Esto debilitó aún más la base económica tradicional de Azángaro, centrada históricamente en la ganadería.
Gestión municipal en crisis interna
El actual alcalde, un exsacerdote que obtuvo el cargo con apoyo del sector quechua hablante rural, enfrenta serias críticas por su falta de experiencia en gestión pública y constantes enfrentamientos con el concejo municipal, indicó.
Entre las pocas obras relevantes de su gestión destaca la instalación de una filial de la Universidad Nacional del Altiplano, considerada el único avance concreto en varios años de administración.
Ayaviri toma el liderazgo ganadero
Mientras Azángaro pierde protagonismo, Ayaviri, capital de la vecina provincia de Melgar, ha sido reconocida como la nueva capital ganadera del Perú, aprovechando tanto la migración de productores como el declive minero en La Rinconada.
El historiados coincide en que el relanzamiento del sector agropecuario es la única alternativa viable para que Azángaro recupere el desarrollo integral que alguna vez la convirtió en un centro productivo emblemático del altiplano.