En febrero de este año, se reportó un presunto caso de sicariato contra un ciudadano del Callao, lo que llevó a la detención preventiva de cuatro personas presuntamente involucradas en el homicidio ocurrido en Taray, provincia de Calca, en Cusco. Aunque las investigaciones continúan, se ha generado una nueva preocupación tras el reporte de amenazas dirigidas al fiscal encargado del caso.
Eric Vera, representante de la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público, informó que el fiscal que lidera la investigación recibió mensajes amenazantes. En dichos mensajes, los agresores no solo intentaron vincular al fiscal con actividades ilícitas, sino que también le exigieron que se apartara del caso. Esta situación generó preocupación, ya que se buscaba amedrentar al funcionario judicial y presionar para que desistiera de su labor.
La Junta de Fiscales actuó rápidamente ante la gravedad de las amenazas, solicitando asistencia de protección tanto para el fiscal afectado como para su familia. Asimismo, la División de Investigación Criminal de Cusco comenzó a indagar sobre el origen de los mensajes, identificando las líneas telefónicas desde las cuales se enviaron las amenazas, que coinciden con un periodo clave, ya que el fiscal iba a solicitar la prolongación de la prisión preventiva contra los imputados, actualmente recluidos en el penal.
Este tipo de amenazas no es un hecho aislado, aunque es la primera vez que se informa sobre ataques directos a la integridad de un fiscal. Se sabe que, de manera recurrente, algunos litigantes y abogados recurren a la presión y las denuncias infundadas para frenar el avance de investigaciones, pero el fiscal afectado ha dejado claro que no se inhibirá del caso y continuará con su trabajo investigativo.