En medio de una inspección, el Hospital Regional Manuel Núñez Butrón de Puno evidenció graves irregularidades, incluyendo uno de los ascensores fuera de servicio y la falta de registro de médicos en el área de emergencia. La fiscal de prevención del delito Marleny Urbina señaló que estas inspecciones son parte de un operativo nacional para supervisar establecimientos de salud.
El hospital, que probablemente será demolido en menos de un año para dar paso a la nueva construcción, enfrenta problemas de gestión y mantenimiento. Urbina destacó que, durante la inspección, se detectó que solo uno de los tres ascensores funcionaba, por falta de acción en este caso de la empresa encargada de dar este servicio.
Otro hallazgo alarmante fue la incorrecta consignación de los nombres de los médicos en emergencias, lo que dificulta la identificación del personal responsable que está a cargo de recibir a los pacientes. “Se les ha recomendado que los médicos permanezcan en sus áreas designadas y que los turnos estén claros”, señaló Urbina.
Esta supervisión se desarrolló de manera multidisciplinaria con especialistas de diferentes instituciones como; la contraloría, defensoría del pueblo, INDECI y Ministerio Público, representantes que recorrieron las instalaciones del nosocomio en busca de irregularidades que puedan poder en riesgo a pacientes.
Aunque la fiscalía emitirá recomendaciones, aún no se determinan sanciones. “Estamos evaluando la información recabada”, explicó Urbina, quien también mencionó la limitación de recursos dentro de nosocomio debido a su posible demolición, luego de recabar datos, estos serán elevados hasta las instancias del Ministerio de Salud y determinar responsabilidades.
La fiscalía busca superar estas observaciones mediante exhortaciones a las autoridades hospitalarias. Sin embargo, es notable que las falencias detectadas vienen generando malestar en el tema de la atención a la población puneña, que se afectada por la baja calidad de atención.
