Un movimiento sísmico de extraordinaria magnitud sacude Birmania y Tailandia, generando pánico y destrucción en múltiples regiones. El terremoto amenaza la estabilidad de miles de personas.
El sismo de 7,7 grados impactó a 16 km de Sagaing, con epicentro a 10 km de profundidad. Una réplica de 6,4 grados incrementó la vulnerabilidad de la zona.
La Junta Militar de Birmania declaró estado de emergencia en seis regiones. Un funcionario de Naipidó reportó un gran número de víctimas iniciales.
Tailandia sufrió daños significativos, especialmente en Bangkok. Un edificio de 30 pisos colapsó, dejando 40 obreros atrapados entre escombros.
China también sintió los efectos del sismo, amplificando la zona de impacto. Las autoridades tailandesas decretaron alerta máxima en la capital.
Los servicios de emergencia trabajan intensamente para rescatar víctimas. La magnitud del terremoto sugiere consecuencias potencialmente catastróficas.
Organismos internacionales monitorean la situación. La comunidad global espera reportes oficiales sobre el alcance total de la tragedia.