El coronel Rolando Ayala Carrasco, jefe de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de Juliaca, informó sobre incautaciones récord de cocaína durante julio en la región Puno, donde las operaciones policiales decomisaron más de 200 kilogramos de estupefacientes en diversos puntos fronterizos con Bolivia, evidenciando el incremento del tráfico ilícito.
Las fuerzas policiales ejecutaron operativos estratégicos en múltiples sectores de la frontera peruano-boliviana, concentrando esfuerzos en rutas clandestinas utilizadas por organizaciones criminales. Los procedimientos se desarrollaron mediante trabajo de inteligencia policial, permitiendo identificar centros de acopio y modalidades de transporte empleadas por narcotraficantes en la zona.
La operación más significativa ocurrió en Machamarca, provincia de Yunguyo, donde agentes antidrogas intervinieron un inmueble utilizado como centro de acopio. En este procedimiento se detuvo a una pareja y se decomisaron «169 ladrillos de estupefacientes», alcanzando un peso total de 176.675 kilogramos, valorados en 265,000 dólares.
El 16 de julio, fuerzas especiales interceptaron un vehículo de transporte público en controles rutinarios de carretera. Los agentes descubrieron «38 paquetes tipo ladrillo de cocaína» ocultos en el interior del automotor, con peso de 36.796 kilogramos, representando un valor aproximado de 55,000 dólares en mercado nacional.
Los narcotraficantes emplearon sofisticadas modalidades de camuflaje para evadir controles policiales, utilizando encomiendas mezcladas con frutas como mandarinas y naranjas. Esta táctica buscaba «evitar la detección policial durante controles rutinarios», según explicó el coronel Ayala durante la conferencia de prensa realizada en dependencias de Dirandro Juliaca.
Las investigaciones policiales desmantelaron un importante centro de acopio ubicado en una vivienda de Machamarca, donde presuntamente la droga era almacenada antes de su traslado hacia Bolivia. En este operativo se arrestó a dos personas que se encontraban en el inmueble, quienes fueron puestas a disposición del Ministerio Público correspondiente.
El coronel Ayala reveló que las pesquisas continúan para determinar la posible participación de autoridades locales en estas actividades delictivas. «Se presume la participación de un exfuncionario civil» del lugar donde se realizó la intervención, indicó el jefe policial, añadiendo que se profundizarán las investigaciones correspondientes.
Las incautaciones registradas hasta la fecha superan los 200 kilogramos mensuales, acercándose a una tonelada total durante el presente año. Este incremento refleja estrategias policiales mejoradas y mayor intensidad en operativos antidrogas, demostrando efectividad en la lucha contra organizaciones criminales que operan en la región fronteriza.
Los métodos de transporte empleados por criminales incluyen trochas, motocicletas y vehículos que transitan por «caminos artesanales» para evadir controles oficiales. Estas rutas clandestinas permiten a narcotraficantes llegar a puntos de acopio cercanos a la frontera boliviana, donde posteriormente coordinan el traslado internacional de estupefacientes.
El procedimiento posterior a las incautaciones incluye continuación de investigaciones, puesta a disposición de detenidos ante autoridades judiciales y envío de droga decomisada hacia Lima para destrucción oficial. El coronel Ayala destacó la importancia de «cooperación entre diferentes unidades policiales y Ministerio Público» para garantizar operaciones exitosas en esta lucha permanente.