En la era digital, combatir la desinformación se ha vuelto una prioridad para el periodismo. Jacqueline Fowks, periodista y docente universitaria, destacó en una entrevista con Razón Libre de Pachamama Radio que los periodistas no solo deben fiscalizar a los poderes y dar voz a los desatendidos, sino también enfrentar el creciente flujo de noticias falsas y manipuladas que circulan en las redes sociales.
Señaló que la lucha contra la desinformación no es responsabilidad exclusiva de los periodistas, sino que debe ser una tarea compartida con la ciudadanía. Sin embargo, el volumen de información falsa supera la capacidad de los profesionales para combatirla de manera efectiva, lo que resalta la importancia de la participación activa de todos en la verificación de datos.
La rapidez con la que se propaga la información en las redes sociales añade un desafío adicional. La tendencia a ser el primero en publicar choca con la necesidad de corroborar y consultar con especialistas antes de difundir información. Este proceso meticuloso, según Fowks, va en contra de la inmediatez que caracteriza a los medios sociales.
A pesar de la presión por la rapidez, es importante que tanto periodistas como ciudadanos se tomen el tiempo necesario para verificar la información antes de compartirla. Este enfoque, aunque más lento, es fundamental para mantener la integridad de la información y contrarrestar las campañas de desinformación, a menudo motivadas por intereses políticos o económicos, indicó.