Las fuertes lluvias de este martes convirtieron las calles de Juliaca en ríos improvisados, dejando atrapados a decenas de estudiantes de la Institución Educativa Túpac Amaru. El mercado del mismo nombre y avenidas aledañas quedaron completamente inundadas, paralizando el tránsito peatonal y vehicular en varios sectores de la ciudad.
La Policía Nacional desplegó de inmediato un operativo de rescate desde la Comisaría PNP Juliaca y la UNEME Juliaca. Los efectivos priorizaron la evacuación de los escolares, quienes no podían regresar a sus hogares por la peligrosa corriente de agua que rodeaba su centro educativo.
“Encontramos a varios estudiantes atrapados sin forma segura de salir”, relató un agente policial mientras transportaba a un niño en brazos a través de las aguas. Las imágenes mostraban a los uniformados formando cadenas humanas para garantizar el paso seguro de los menores.
El operativo se extendió a otros grupos vulnerables afectados por la inundación. Agentes rescataron a adultos mayores y mujeres embarazadas que intentaban cruzar las calles convertidas en torrentes, con agua que en algunos puntos superaba el medio metro de altura.
Las brigadas policiales establecieron rutas alternas seguras mientras las condiciones empeoraban. Los efectivos trabajaron contra reloj, sorteando corrientes cada vez más fuertes que dificultaban el rescate de los ciudadanos varados.
La rápida respuesta evitó tragedias mayores en una jornada que puso a prueba los protocolos de emergencia. Las autoridades demostraron capacidad de reacción ante una situación que amenazaba con desbordarse, literal y figuradamente.
Los comerciantes del mercado Túpac Amaru reportaron pérdidas materiales por la súbita inundación. Puestos ambulantes y locales establecidos sufrieron daños cuando el agua ingresó sin previo aviso, arrastrando mercadería y mobiliario.
Mientras los bomberos evaluaban los daños, la policía mantuvo un cerco de seguridad en las zonas más afectadas. Las cuadrillas municipales comenzaron a despejar alcantarillas obstruidas para facilitar el desagüe de las calles.
Los padres de familia agradecieron la rápida intervención policial que salvaguardó a sus hijos. “Estaban asustados, mojados, pero a salvo gracias a los policías”, comentó una madre mientras abrazaba a su hija rescatada.
Esta emergencia reveló la vulnerabilidad de Juliaca ante eventos climáticos extremos. Urbanistas señalan que el colapso del sistema de drenaje agravó la situación, un problema recurrente en temporada de lluvias.
Las autoridades mantienen alerta naranja y recomiendan extremar precauciones. Mientras tanto, las brigadas continúan evaluando daños y auxiliando a los afectados por esta inusual inundación en la ciudad altiplánica.