La presidenta de la República, Dina Boluarte, se encuentra envuelta en un escándalo luego de que se revelara que posee un lujoso reloj Rolex, valuado en miles de dólares. En respuesta, se exige que la SUNAT, INDECOPI y la fiscalía investiguen sobre la procedencia del accesorio, de acuerdo con la Ley del Impuesto a la Renta, según indicó el contador Abram Quispe.
En ausencia de documentación adecuada, la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (SUNAT) determinará los tributos correspondientes para garantizar la transparencia. Además, el Ministerio Público ha iniciado una investigación preliminar sobre un posible desbalance patrimonial de la mandataria, buscando determinar la trazabilidad y el origen del costoso accesorio.
Pero el escándalo no se limita a la presidenta. La ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento también está en la mira después de admitir públicamente que posee un reloj Rolex de imitación adquirido en China. Al ingresar al Perú, esta adquisición debió ser declarada en aduanas al superar los 500 dólares de valor.
Al no hacerlo, la ministra podría haber evadido impuestos al no pagar los aranceles correspondientes. Además, al tratarse de un bien falsificado, su ingreso está prohibido según la Ley General de Aduanas, lo que podría acarrear cargos por delitos aduaneros si el valor del reloj supera las 20 UIT (aproximadamente 96,000 soles).
Expertos legales advierten que ambos casos podrían configurar presunciones de lavado de activos y evasión tributaria, instando a la Fiscalía a actuar con la misma diligencia con la que investiga a emprendedores y comerciantes en otras regiones del país. El escándalo de los relojes Rolex pone en tela de juicio la integridad y transparencia de altas autoridades del gobierno.


