sábado 06, septiembre 2025
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Escuela sin agua ni luz: 30 niños estudian en precarias condiciones en Caracoto

La institución educativa funciona con dos aulas para 30 estudiantes sin servicios básicos, docentes y padres reclaman apoyo urgente a autoridades y piden donaciones solidarias

Directora denuncia abandono de escuela Fernando Tapia en Caracoto, estudiantes carecen de agua, luz y mobiliario adecuado mientras padres improvisan soluciones con recursos propios

Una institución abandonada por el Estado. La directora Yaneth Vargas T. de la Institución Educativa Primaria 72771 Fernando Tapia Suca, ubicada en la urbanización Villa Los Triunfadores (Caracoto, San Román), denunció la falta de servicios básicos en el centro educativo. «No tenemos agua, luz, cerco perimétrico ni baños dignos», afirmó. La escuela, con solo dos aulas, alberga a 30 estudiantes de primero a sexto grado, muchos compartiendo el mismo espacio.

El mobiliario está deteriorado: carpetas rotas, pizarras sin soporte y techos sin aislamiento. «Los niños se sientan en sillas que se caen», describió Vargas. La escuela, inaugurada hace dos años, funciona sin energía eléctrica, lo que impide implementar una sala de cómputo o usar equipos básicos.

Los padres de familia y la APAFA han aportado con botellas plásticas para improvisar un cerco y una losa deportiva, pero no es suficiente. «Los perros entran al aula y el polvo cubre todo», relató una madre. La falta de agua obliga a los docentes a pedir prestado el líquido a vecinos, mientras los niños comparten dos baños sin puertas adecuadas.

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Multigrado y carencias: «Trabajar aquí es un desafío diario»

La profesora Ruth Checalla enseña a dos grados simultáneamente en un solo salón. «No hay libros, materiales ni espacio para trabajos grupales», explicó. Los niños de primer grado usan carpetas demasiado grandes para su tamaño, donadas por otras instituciones. «Las patas están desoldadas; es un riesgo», advirtió.

El aula de tercero a sexto grado funciona en un ambiente sin ventanas ni rejas. «Necesitamos 1,500 soles para vidrios y 6,000 soles para mobiliario nuevo», calculó Vargas. La falta de energía impide usar laptops o proyectores, limitando las clases a métodos tradicionales.

«Los padres no tienen recursos», confesó Checalla. Muchos niños provienen de familias disfuncionales y extrema pobreza. «Llegan sin mochilas ni útiles», agregó. La presidente de la APAFA, Lucy Adco H., quién pidió ayuda a empresas y autoridades: «Donen carpetas, libros o juegos; todo suma».

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El llamado urgente: «El futuro de Puno no puede esperar»

«El Estado nos ha olvidado», criticó Vargas, quien solicitó presupuesto al Gobierno Regional, la Municipalidad de Caracoto y la UGEL. «Los trámites son lentos, pero los niños no pueden esperar», enfatizó. La escuela no está en el padrón oficial, lo que retarda ayudas.

Los niños piden lo básico: «Queremos arcos para jugar fútbol, pelotas y ventanas», dijo Ingenio, estudiante de segundo grado. «No tenemos juegos ni cancha», añadió otro menor. La tesorera de la APAFA compartió números de contacto para donaciones: 940-321-015 (directora) y 953-495-032 (APAFA).

«La educación no puede ser un lujo», concluyó Vargas. Mientras autoridades discuten, 30 niños aprenden entre polvo, calor y oscuridad. «Ellos serán el futuro de Puno; merecen dignidad», finalizó.

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