El presidente de la comisión ambiental municipal de Juliaca, Ángel Canales Gutiérrez, ha emitido una advertencia preocupante respecto al estado de las plantas de tratamiento de aguas servidas para Puno y San Román, indicando que están muy lejos de convertirse en una realidad tangible y que, en el mejor de los casos, se tendrá que esperar hasta el año 2030 para ver avances significativos.
“No hay nada. No hay siquiera proyecto inicial de la planta de tratamiento”, declaró Canales Gutiérrez sobre el proyecto en cuestión; además, señaló que la ministra de Construcción y Saneamiento informó que el proyecto se encuentra en cero.
En este sentido, el especialista destacó que, al menos hasta el año 2030, el lago seguirá recibiendo alrededor de 300 litros de aguas contaminadas por segundo sin ningún tipo de tratamiento, mientras que los lodos se acumulan en el fondo del mismo y advirtió que los trabajos para mitigar los efectos del lodo contaminado recién iniciarán en el año 2025 con la utilización de una draga.
En cuanto a la laguna de estabilización de la isla de El Espinar, Canales Gutiérrez señaló que, como máximo, solo puede tratar el 30 o 25 % de las aguas de la ciudad de Puno, dejando el resto sin ningún tipo de tratamiento antes de entrar al lago.
Cabe recordar que el proyecto de Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) se encuentra truncado, debido a que el contratista anterior vio su contrato resuelto y tuvo que recurrir a un arbitraje internacional contra el Estado peruano. Por otro lado, la ministra de Vivienda, Saneamiento y Construcción, Hannia Pérez de Cuéllar, anticipó que un total de S/ 300 millones se destinarán a la elaboración de un nuevo expediente técnico.
De esta manera, Canales Gutiérrez enfatizó que el lago continuará sufriendo por la contaminación, a menos que se tomen medidas concretas y urgentes para avanzar en la implementación de las plantas de tratamiento de aguas servidas.