La red asistencial de EsSalud en Puno conmemora su 89º aniversario institucional en medio de una profunda crisis que afecta directamente a miles de asegurados, quienes enfrentan limitaciones severas en la atención médica especializada, escasez de medicamentos y deficiencias en los protocolos de atención que caracterizan el panorama actual de la entidad.
Richard Escobar, gerente de la red asistencial de EsSalud Puno, reconoció públicamente las serias falencias que atraviesa la institución durante este aniversario, admitiendo que la celebración se ve opacada por problemas estructurales que impactan negativamente en la calidad del servicio brindado a la población asegurada de la región.
La falta de médicos especialistas constituye uno de los principales obstáculos que enfrenta la red asistencial puneña, situación que se mantiene sin resolución debido a la ausencia de autorización del nivel central para convocar concursos públicos bajo el régimen laboral 728, según explicó el funcionario en declaraciones recientes.
«Estamos sin autorización de nivel central, ellos son quienes autorizan el concurso de médicos especialistas, estamos a la espera de eso», declaró Escobar, trasladando la responsabilidad de la contratación de personal especializado a las instancias superiores de EsSalud a nivel nacional, situación que prolonga la deficiencia en la atención médica.
El panorama se agrava considerablemente cuando se analiza que las deficiencias no se limitan únicamente al personal médico, sino que abarcan equipos médicos obsoletos o insuficientes, protocolos de atención inadecuados y un desabastecimiento crónico de medicamentos esenciales que compromete la efectividad de los tratamientos médicos en la región.
Los asegurados de EsSalud Puno continúan siendo los principales perjudicados por esta situación, enfrentando limitaciones constantes para acceder a consultas especializadas, procedimientos médicos complejos y tratamientos farmacológicos necesarios, lo que genera un descontento generalizado en la población que depende de estos servicios de salud.
La dependencia total del nivel central para autorizar mejoras estructurales, contrataciones y abastecimiento genera un círculo vicioso que perpetúa las deficiencias, según reconoció el propio gerente, quien admitió que las decisiones cruciales no pueden tomarse desde la administración regional puneña.
«Quien autoriza finalmente es nivel central», enfatizó Escobar, evidenciando la limitada autonomía de gestión que posee la red asistencial local para resolver los problemas inmediatos que afectan la prestación de servicios médicos a los ciudadanos puneños que requieren atención especializada y oportuna.