Con la mediación de la Defensoría del Pueblo logró un acuerdo temporal que pone fin a la protesta estudiantil que mantenía tomado el local de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno. La decisión marca un hito en el conflicto que enfrentaba a los estudiantes con las autoridades académicas, tras 4 días de tensión y demandas sin resolver.
Mario Cuentas Alvarado, vicerrector académico confirmó que los estudiantes suspendieron la medida de fuerza por 30 días, tras su visita junto a representantes de la Defensoría del Pueblo. Esta decisión busca generar un espacio de diálogo constructivo entre ambas partes, permitiendo que las autoridades demuestren avances concretos en las demandas estudiantiles.
Los pedidos centrales incluyen la emisión de carnets universitarios, construcción de una residencia estudiantil, ampliación del comedor universitario y mejoras sustanciales en temas de seguridad. El vicerrector académico aseguró que la mayoría de estos puntos ya se encuentran en proceso de ejecución, comprometiéndose a cumplir con los requerimientos en los plazos acordados.
La acreditación de seis escuelas profesionales también influyó en la decisión estudiantil, según explicaron los representantes de los manifestantes. El proceso evaluativo iniciará esta semana con la llegada de comisiones especializadas que requerirán condiciones óptimas para desarrollar su trabajo de evaluación institucional y académica.
Los estudiantes expresaron su indignación por la ausencia del rector, Paulino Machaca Ari, durante las negociaciones, pese al pedido formal de su presencia para informar sobre las medidas adoptadas.
Esta situación generó tensión adicional en un contexto ya complejo, donde la máxima autoridad universitaria no participó directamente en la resolución del conflicto.
El malestar estudiantil se intensifica por la falta de respuesta sobre la destitución del jefe de seguridad, solicitud que surgió tras los hechos ocurridos el último martes.
Los estudiantes consideran fundamental que el rector se pronuncie sobre estos acontecimientos y las medidas disciplinarias correspondientes.
La suspensión temporal de la toma representa una oportunidad para el diálogo constructivo entre estudiantes y autoridades universitarias. Los próximos 30 días serán cruciales para demostrar si existe voluntad real de resolver las demandas estudiantiles o si se trata únicamente de una tregua temporal.
El cronograma de acreditación institucional se convierte en un factor determinante para el desarrollo del conflicto estudiantil. Las comisiones evaluadoras necesitan un ambiente académico estable para realizar su trabajo de manera efectiva, lo que motivó parcialmente la decisión de suspender temporalmente las protestas estudiantiles.


