Una poderosa explosión dejó al menos cinco muertos, incluyendo una mujer embarazada y un bebé de 1 año, durante un enfrentamiento entre grupos rivales de mineros de oro en la madrugada del jueves en el noroeste de Bolivia, informó la policía. Este hecho es un raro caso de disputas territoriales entre cooperativas mineras del país que terminan en tragedia.
La explosión sacudió el campamento minero de Yani, donde dos grupos rivales disputaban el acceso a una mina de oro cerca del pueblo montañoso de Sorata, a unos 150 kilómetros al noroeste de La Paz, la capital administrativa del país, según el coronel Gunther Agudo, un oficial de policía local. Inicialmente, Agudo reportó seis muertos, pero revisó la cifra a cinco después de que los bomberos recuperaron los cuerpos de los escombros. Entre los fallecidos hay tres hombres, una mujer embarazada y un infante, detalló.
El viceministro del Interior de Bolivia, Jhonny Aguilera, indicó que el presunto autor del ataque murió en la explosión, que fue detonada por control remoto. La explosión antes del amanecer en la mina destruyó una casa de tres pisos y provocó incendios en coches y tractores. Los fuegos dañaron varias estructuras y cortaron la electricidad.
La industria minera de Bolivia se destaca por su gran sector de cooperativas, grupos legales de mineros artesanales que representan el 58% de la producción minera, según las últimas cifras del gobierno. Estas miles de cooperativas también tienen influencia política en el país rico en recursos, donde tienen representación en el Parlamento. Históricamente, las cooperativas surgieron en Bolivia cuando operaciones mineras más establecidas despidieron a multitudes de trabajadores en el volátil negocio de auge y caída, obligando a los mineros a organizarse cuando los precios de las materias primas bajaban y se avecinaban despidos.
Con el tiempo, las cooperativas han luchado cada vez más por la oportunidad de extraer minerales, lanzándose rocas y cartuchos de dinamita entre sí y contra trabajadores sindicalizados y asalariados de la empresa minera estatal de Bolivia, Comibol. Comibol llegó a dominar la crucial industria bajo el gobierno del expresidente Evo Morales, un líder socialista que gobernó la nación andina sin litoral desde 2006 hasta 2019 y prohibió a las empresas extranjeras tener una participación mayoritaria en la extracción de minerales.
En el enfrentamiento del jueves, la lucha por el control de ciertas vetas de la reserva de oro entre dos cooperativas rivales había estado latente durante años, según Jhony Silva, asesor legal de una de ellas. El oro sigue siendo una de las principales exportaciones minerales de Bolivia, con casi 2.870 millones de dólares del mineral exportado en 2023.
La disputa por el acceso a la mina de oro en Yani refleja las tensiones subyacentes en la industria minera boliviana, donde la competencia por recursos valiosos puede llevar a conflictos violentos. La tragedia subraya la necesidad de mecanismos de resolución de conflictos y regulaciones más estrictas para evitar futuras pérdidas de vidas.
La comunidad de Sorata y las autoridades locales están trabajando para restaurar la calma y asistir a las familias afectadas por la explosión. La investigación sobre el incidente continúa, con el objetivo de esclarecer las circunstancias que llevaron a esta trágica pérdida de vidas y prevenir futuros enfrentamientos.
