La Asociación de Mártires y Víctimas del 9 de enero en Juliaca, Carabaya e Ilave emiten fuertes advertencias sobre la visita planeada de la presidenta Dina Boluarte, Alberto Otárola y su gabinete a la región Puno. Advierten que esta visita podría tener consecuencias fatales, ya que las heridas y el dolor causados durante el trágico suceso del 9 de enero aún están presentes. Asimismo, sostienen que la responsabilidad recae en las autoridades, anticipando que cualquier evento negativo será consecuencia de su presencia.
Rosa Luque, madre de una de las víctimas fatales, asegura que la presencia de estas autoridades en la región sería irresponsable y no respeta el luto ni el daño causado tras las 29 pérdidas de vidas.
Advierte que, si Boluarte insiste en su llegada durante las festividades de la Candelaria, deberá asumir las consecuencias de su decisión.
Por su parte, el presidente de la Asociación Mártires y Víctimas del 9 de Enero, Raúl Samillan, había previamente calificado la visita como un “acto de provocación” hacia una región que fue “masacrada” el 9 de enero con 19 muertos y 500 heridos. Advierte que esta visita podría generar nuevos enfrentamientos, reviviendo el dolor pasado.
Ante la participación de madres enlutadas en las festividades, Samillan solicita a la Policía Nacional del Perú (PNP) y las Fuerzas Armadas (FFAA) abstenerse de participar en estas fiestas costumbristas y patronales para no seguir causando dolor a las familias afectadas en Puno.