El desborde de los ríos Malcomayo y Cutimbo en el centro poblado de Carucaya, distrito de Platería en Puno, ha dejado a diez familias atrapadas en pequeñas islas, sin comunicación ni acceso a ayuda. Pastor Olguín, un poblador afectado, relató que las aguas arrasaron con los pastizales, principal sustento para su ganado, y llenaron de basura las tierras, dejando a la comunidad en una situación crítica.
Durante la medianoche, el río Cutimbo creció de manera repentina, formando una laguna que aisló por completo a los pobladores. Olguín señaló que, pese a la gravedad del desastre, las autoridades de la municipalidad distrital de Platería no han llegado a la zona para evaluar los daños ni brindar apoyo a las familias afectadas.
La comunidad de Carucaya aún recuerda una inundación anterior del río Malcomayo, que dañó la escuela y el centro de salud sin que recibieran ayuda. Esta experiencia genera desconfianza y desesperanza entre los pobladores, quienes ahora temen que sus animales mueran por falta de alimento y que una nueva lluvia empeore su ya precaria situación. Por ello, exigen ser evacuados a zonas seguras.
Pastor Olguín explicó que la necesidad más urgente es la evacuación de las familias en riesgo y el apoyo con pacas de avena para alimentar al ganado, principal fuente de ingresos de la comunidad. Ante la falta de respuesta de las autoridades, los afectados se sienten abandonados y piden ayuda inmediata para enfrentar esta emergencia climática.
Aunque el nivel del río ha bajado ligeramente, la incertidumbre persiste entre los pobladores, quienes temen que las lluvias continúen y agraven la situación. Olguín destacó que la pérdida de sus animales significaría la ruina para sus familias, por lo que insisten en recibir forraje y otros recursos de manera urgente.
La comunidad de Carucaya espera una respuesta pronta de las autoridades para superar esta crisis. La ayuda para las familias aisladas y sus animales es fundamental para evitar mayores consecuencias en una zona donde la naturaleza ha golpeado sin piedad.