Con gran devoción y fe, cientos de peregrinos se congregaron a los pies de la Virgen de Copacabana en Bolivia, como cada año, en busca de bendiciones y milagros. Turistas nacionales y extranjeros llegaron al santuario, esperanzados en que sus sueños y anhelos se hagan realidad gracias a la sagrada imagen.
Procedentes de ciudades como Lima, Tacna, Moquegua y Arequipa, entre otras, los creyentes cruzan la frontera para llegar a la capital de la provincia Manco Cápac, en el distrito de Copacabana. Su peregrinaje comienza con la visita al templo, donde asisten a misa y luego suben al santuario. Allí adquieren miniaturas para pedirle a la virgen que bendiga sus objetos y cumpla sus deseos. También encuentran un «Yatiri», quien reza y utiliza sahumerios y «challas» en el ritual.
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Posteriormente, bajan de la cima y se dirigen a las orillas del lago, tomando una lancha con dirección a la piedra en forma de sapo. Allí compran champán y lo arrojan en la boca del sapo, una costumbre para pedir deseos. Al regresar, algunos disfrutan del tiempo en pequeñas embarcaciones en las orillas del lago, mientras que otros hacen bendecir sus vehículos.
Los testimonios de milagros cumplidos por la imagen de la virgen alimentan la fe de los peregrinos. La visita al santuario se extiende durante todo el presente mes, pero el Día Central de la celebración es el 6 de agosto. Un encuentro lleno de devoción y esperanza en la Virgen de Copacabana.