Entre lágrimas y profundo dolor, Maximiliana Avendaño Quispe exige explicaciones y justicia sobre la muerte de su hijo Saúl Wilfredo Limache Avendaño, conocido cariñosamente como “Gato”, quien fue internado de emergencia en EsSalud Salcedo de la ciudad de Puno, bajo circunstancias sospechosas. Aún incrédula y negando la muerte de su hijo, la mujer, exigió que le devuelvan a su amado hijo.
La madre desmintió categóricamente la versión oficial que señala problemas de gripe y desnutrición como causas del internamiento. “Mi hijo ingresó con todas las condiciones necesarias al ejército, le realizaron diferentes estudios previos”, afirmó la mujer.
“Mi hijo ingresó a servir a la patria, no para ser asesinado cruelmente al interior de un cuartel”, expresó sollozante Maximiliana, quien hasta el momento no ha podido ver el cuerpo de su hijo, lo que incrementa las sospechas, de un posible maltrato, que le habría ocasionado graves consecuencias, hasta encontrar la muerte.
Según observaciones médicas preliminares no confirmadas oficialmente, el joven soldado habría presentado fracturas en el cráneo y costillas rotas. Sin embargo, las autoridades mantienen hermetismo sobre las verdaderas causas del deceso, “gato” como lo conocían era tranquilo y sin problemas, asegura la familia.
La desesperada madre exige transparencia y acceso a la información sobre la muerte de su hijo, quien prestaba servicio en el Cuartel Pomata. El hermetismo de las autoridades militares y médicas agrava la angustia familiar.
“Gato era un joven cariñoso, muy amable, quien colaboraba para sustentar la economía de mi familia. Mi situación es bastante precaria, soy pobre del campo”, manifestó la señora Avendaño, visiblemente afectada.
Las autoridades del Cuartel Pomata no han emitido ningún comunicado oficial sobre el fallecimiento del joven soldado, mientras la familia exige una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias de su muerte.