El contador Moisés Callasaca sostuvo que la actual coyuntura política peruana enfrenta múltiples desafíos agudizados en el gobierno de Dina Boluarte durante sus dos años en el poder. Según su perspectiva, la administración de Boluarte atraviesa un período de delicado equilibrio, caracterizado por una significativa impopularidad, problemas judiciales y una profunda crisis de seguridad y gobernabilidad.
Callasaca señaló que la mandataria no ha logrado aprovechar su liderazgo para gestionar efectivamente en beneficio de la población, evidenciando una marcada dependencia del Congreso, que aparentemente condiciona sus decisiones.
El analista identificó como principales actores políticos corresponsables de la situación actual a partidos como Alianza para el Progreso, el partido de Acuña, y el partido de Keiko Fujimori, además de incluir a agrupaciones como Perú Libre.
Entre las críticas más severas, Callasaca destacó la falta de respaldo ciudadano, la ausencia de apoyo parlamentario, las constantes protestas y las investigaciones judiciales que mantienen al gobierno en una posición vulnerable, especialmente tras la investigación de su hermano Nicanor Boluarte.
La situación se complica por la percepción de inestabilidad jurídica y la creación de leyes presuntamente diseñadas para beneficios particulares, lo que ha generado un ambiente de desconfianza política en el país.
A pesar de eventos internacionales como la Cumbre de APEC, donde Boluarte sostuvo encuentros con presidentes de China y Estados Unidos, la población mantiene un sentimiento generalizado de descontento.