El gasoducto sur andino sigue paralizado en Puno, mientras el Estado peruano paga más de 50 millones de dólares anuales solo por custodiar tubos y equipos, según el ingeniero Antonio Gamero Márquez, quien afirma que no existe impedimento judicial para usar estos materiales millones perdidos sin avance.
La región de Puno espera desde hace años la llegada del gas natural que el Gasoducto Sur Peruano promete, el ingeniero Gamero sostiene que ya se construyeron 124 kilómetros y se invirtieron muchos millones de dólares, pero la obra sigue sin reactivarse la región sigue esperando energía barata.
El gobierno argumenta que los tubos están judicializados, sin embargo Gamero aclara que el juicio solo busca que el estado pague por los materiales tomados, no que los devuelva incluso la empresa original acepta que se usen solo falta voluntad política.
Consecuencias económicas y sociales
Mientras el proyecto sigue detenido el estado ya ha gastado más de 400 millones de dólares en custodia de tubos, sin que la obra avance, el ingeniero Gamero califica este gasto como enorme e innecesario la inacción tiene alto costo nacional.
El gasoducto no solo llevaría gas a hogares e industrias también mejoraría la seguridad energética nacional al ampliar los tubos de Lima de 14 a 24 pulgadas se evitarían frecuentes cortes de luz que encarece la electricidad beneficio directo para todos.
Además mencionó que las centrales eléctricas del sur como Samay, Ilo podrían usar gas barato si el proyecto avanza esto reduciría el costo de la energía para todos, ahora gran parte de la luz del sur se pierde hasta un 20% al transportarla eficiencia energética en juego.
Intereses y futuro del proyecto
Finalmente Gamero Márquez, advierte que la opción de un gasoducto por la costa no beneficiaría a Puno ni a Cusco, ya que sería más caro e ineficiente según estudios oficiales, la demora en la “tercera etapa” dejaría a varias provincias fuera del desarrollo energético intereses ajenos afectan la región.
Redacción: Gisela Pimentel Poma