Daniel Francisco Apaza Quispe, de 31 años, denunció públicamente el robo de su camioneta Toyota Hilux tras ser presuntamente «pepeado» por sus amigos cerca de su domicilio en Juliaca. El hecho ocurrió cuando se encontraba compartiendo bebidas alcohólicas con dos conocidos en la zona del ex-peaje.
La víctima relató que durante la reunión con sus amigos perdió la consciencia después de consumir alcohol, despertando amarrado en la final de la línea 24. «Me han dado una pepa y me han pepeado», manifestó Apaza Quispe, quien presentó evidentes signos de agresión física en el cuello y las manos.
Según el testimonio, el incidente comenzó cuando su pareja sentimental le realizó una llamada telefónica, momento en el cual decidió retirarse del lugar donde consumía alcohol. «Mi pareja me llamó y yo me fui a mi domicilio», recordó parcialmente, indicando que después de ese momento perdió completamente la memoria.
El denunciante despertó una hora después en un lugar alejado, con heridas en la cabeza y marcas de haber sido amarrado. Personal de serenazgo municipal de la zona lo auxilió tras escuchar sus gritos de auxilio. «Me han golpeado en la cabeza y también no tengo que las manos», describió el estado en que se encontraba.
La camioneta desaparecida corresponde a una Toyota Hilux de placa M1L923, vehículo que Apaza Quispe solicita encarecidamente a la ciudadanía ayudar a localizar. «Ayúdame a encontrar mi camioneta, por favor, le pediría encarecidamente a cada uno ustedes», expresó durante la entrevista radial en Pachamama Radio.
El afectado manifestó sus sospechas hacia los dos amigos con quienes compartía bebidas alcohólicas, identificando a uno de ellos como Eloy. «Sospecho de ellos y quisiera una vez más a toda la población de Juliaca», declaró, rompiendo públicamente la amistad con los presuntos responsables del hecho.
La denuncia formal fue presentada ante las autoridades competentes, según confirmó el propio denunciante durante la entrevista. Sin embargo, su pareja sentimental habría expresado dudas sobre la veracidad de los hechos, sugiriendo la posibilidad de un «autorrobo» por parte del mismo afectado.
Los síntomas que presenta Apaza Quispe incluyen desorientación, mareos y dificultades para mantenerse en pie, características compatibles con intoxicación por sustancias psicoactivas. «Estoy volado, por mí estoy caminando», describió su estado físico durante la entrevista, evidenciando los efectos del presunto «pepazo».
El caso ha generado controversia debido a las declaraciones contradictorias entre la víctima y su círculo cercano, incluyendo a su pareja sentimental. Las autoridades deberán esclarecer las circunstancias exactas del hecho y determinar la responsabilidad de los presuntos autores del robo vehicular.
