La Humareda negra emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina el miércoles. Esto indicó que no se eligió papa mientras 133 cardenales iniciaban el ritual secreto. Los cardenales representan el cónclave más geográficamente diverso en la historia de 2,000 años de la Iglesia Católica.
Primera votación no elige nuevo papa Los cardenales realizaron solo una ronda de votación el miércoles por la tarde. Al no encontrar un ganador se retiraron por la noche. Regresarán a la Capilla Sixtina el jueves por la mañana para continuar su búsqueda de un sucesor para el Papa Francisco.
Afuera en la Plaza de San Pedro miles se reunieron para presenciar los procedimientos. Esperaron por horas mientras la votación se extendía hasta la hora de la cena. Algunos se fueron frustrados pero los que se quedaron aplaudieron cuando finalmente salió el humo.
Diverso grupo de cardenales en aislamiento
Provenientes de 70 países los cardenales fueron aislados del mundo exterior. Sus teléfonos móviles fueron entregados y las ondas de radio alrededor del Vaticano interferidas. Francisco nombró a 108 de los 133 “príncipes de la iglesia” eligiendo a muchos pastores de países lejanos.
Muchos cardenales no se habían conocido hasta la semana pasada. Lamentaron necesitar más tiempo para conocerse entre sí. Esto planteó preguntas sobre cuánto tiempo podría tomar para que un hombre asegure la mayoría de dos tercios necesaria para convertirse en el papa 267.
Los cardenales participaron en un rito más teatral de lo que Hollywood podría crear. Una procesión de cardenales con túnicas rojas cantos en latín incienso y solemnidad subrayaron la seriedad. Se reunieron en la Capilla Paulina antes de procesar hacia la Capilla Sixtina.
Cardenales toman juramento de secreto
El cardenal Pietro Parolin lideró a los otros cardenales en un largo juramento. Cada uno colocó su mano sobre el Evangelio prometiendo en latín mantener el máximo secreto. El maestro de ceremonias litúrgicas papales gritó “extra omnes” y cualquiera no elegible para votar se fue.
Muchos desafíos esperan al nuevo papa. Si continuar con el legado progresista de Francisco o retroceder para unificar la iglesia es una pregunta clave. El escándalo de abuso sexual del clero pesó sobre las conversaciones previas al cónclave añadiendo peso a la decisión.
“Mi esperanza es que los cardenales elijan a un hombre que pueda ser un pacificador” dijo Gabriel Capry. Un joven de 27 años de Londres expresó el sentimiento de muchos. El diverso grupo de cardenales enfrenta la tarea de encontrar un líder que pueda reunificar la iglesia y abordar sus desafíos.
