Científicos peruanos y alemanes buscan nuevos antibióticos en mar del Perú
Publicado el 03/09/2018 06:45 pm
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Científicos peruanos, en colaboración
con sus pares de Alemania, han descubierto en el mar del Perú un fuerte
potencial de biomoléculas antibióticas que podrían enfrentar a bacterias que,
pese a las medicinas actuales, se resisten a morir en el cuerpo humano.
La investigación está a cargo de
científicos de la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) y ha sido reconocida
por el Concytec, que ha subvencionado el proyecto. Entre las metas está
encontrar un antibiótico que elimine una de las bacterias resistente a la
penicilina.
En diálogo con la Agencia Andina,
Mayer Ganoza Yupanqui, investigador principal del estudio, afirmó que a nivel
mundial existe un problema grande de resistencia bacteriana y que en el Perú
hay muchos pacientes que están siendo tratados con antibióticos, pero no se
consiguen resultados óptimos.
Investigación científica
Según la Organización Mundial de la
Salud (OMS), cada vez es mayor la cantidad de infecciones -como la neumonía,
tuberculosis, gonorrea y salmonelosis- cuyo tratamiento se ha vuelto más
difícil, debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos. Este problema ha
sido clasificado como una de las mayores amenazas para la salud humana.
¿En qué consiste la investigación?
La investigación se denomina
“Biodiversidad mixobacterial marina del Perú: potencial fuente de biomoléculas
antibióticas contra patógenos multidrogorresistentes”. En ella trabajan cuatro
peruanos y dos alemanes. No hay otro grupo de investigación que esté
desarrollando un trabajo similar en nuestro país.
Los investigadores buscan los
antibióticos en microorganismos marinos que se adhieren a cualquier superficie,
ya sea algas, fango, conchas, tierra, entre otros, asegura Mayer Ganoza. Esta
biodiversidad bacterial marina se debe a que tenemos la corriente de El Niño,
de aguas calientes, y la de Humboldt, de aguas frías.
Ya en el laboratorio, los
investigadores buscan qué parte del gen de una bacteria genera la actividad
antibiótica. Normalmente las bacterias -cuando están siendo agredidas en su
medio- producen estos antibióticos, pero cuando están cómodas ya no lo hacen o
disminuyen su producción de biomoléculas.
"Ya nos ha pasado durante la
investigación que le damos condiciones muy favorables a la bacteria y ya no
produce antibióticos. Tuvimos que 'enfrentarlas' para que 'peleen' por alimento
como en una situación real. Las biomoléculas con las que destruyen a su
oponente son las que nos interesan. Son separadas y luego se hacen ensayos
biológicos y se dilucida su estructura química".
Cómo empezó todo
El grupo de investigación de la UNT
está conformado por el profesor Julio Campos Florián, especialista en
farmacología; Mayer Ganoza Yupanqui, investigador principal y especialista en
productos naturales terapéuticos; la microbióloga Lizbeth Armas Mantilla,
especialista en cultivo de bacterias; y la ingeniera zootecnista Virginia
Linares, especialista en genética. Los dos investigadores alemanes, entre los
que se encuentra el doctor Till Schäberle, se especializan en biología
farmacéutica y en identificación de bacterias marinas.
Investigación
La idea de investigar el mar peruano
para encontrar antibióticos la trajo en febrero del 2015 el egresado de la UNT,
Luis Linares, quien viajó a Alemania becado por Fincyt para realizar un
doctorado en la Universidad de Bonn, institución en en la que se han realizado
investigaciones similares desde hace varios años.
Investigación en desarrollo
El dinero y la falta de equipamiento
fueron los principales obstáculos que enfrentaron al inicio los investigadores.
Sin embargo, indicó Mayer Ganoza, se logró mantener la línea del proyecto
gracias a la inversión de la UNT.
Además, el dinero otorgado por
Concytec (S/ 392 mil 722) permitió la compra de instrumentos que fueron
complicados de conseguir por falta de presupuesto de la universidad.
La investigación debe pasar por
varias etapas: será necesario saber si las biomoléculas podrían producir
efectos secundarios y qué presentación (cápsulas, intravenosa, etc) sería la
adecuada para que actúe el medicamento. "Falta mucho para hacer pruebas en
seres vivos. Tomando en cuenta que se quiere sacar un nuevo producto al
mercado, este megaproyecto requiere de 7 a 15 años de estudios".
La investigación afrontó una
complicación a consecuencia del fenómeno El Niño Costero. “Debimos terminar en
febrero, pero cuando ocurrió el Niño Costero ya no encontramos las bacterias
que queríamos y luego hubo un deslizamiento de quebradas que obligó a cerrar
los laboratorios temporalmente y tuvimos un retraso de entre 6 y 7 meses. Ahora
estimamos que cerraremos el proyecto en diciembre, pero continuaremos con otra
etapa”.
Resultados alentadores
No obstante, hoy el factor climático
ahora parece estar a su favor. “Estamos encontrando bacterias que no había hace
3 años. Algunas se ven prometedoras. De las cerca de 400 bacterias aisladas, se
identificaron alrededor de 180 y de esas, solo 5 o 6 tienen buena actividad”.
Investigación
Para el investigador de la UNT,
combatir la resistencia a los antibióticos de bacterias que causan enfermedades
es parte de un proceso de adaptación. “Posiblemente dentro de 40 o 50 años
vuelvan a ser inmunes y se encontrarán nuevas formas de tratarlas. Así es el
ciclo”.
A pesar de sus avances, Mayer Ganoza
afirma que son necesarios más equipos para expandir la investigación a
bacterias como las que producen tuberculosis. “Ojalá que el siguiente proyecto
que postulemos podamos ganar y tener dinero para comprar lo que hace
falta".
La meta es clara para el doctor
Ganoza. “A futuro queremos tener registrado y patentado un medicamento que
pueda ser utilizado como antibiótico para uso humano. El objetivo más cercano
es encontrar biomoléculas que tengan potencial antibiótico y lo estamos
logrando”.