Teófilo Manrique García, un destacado constructor de embarcaciones fluviales, llegó a Puno en 1962 y ha revolucionado la navegación en el lago Titicaca. Con su iniciativa, ha creado lanchas de 12 metros de largo, superando la escasez de embarcaciones en la región, donde solo existían tres botes pequeños para cinco pasajeros. Gracias a su esfuerzo, ahora hay más de 300 embarcaciones operando en el lago.
Manrique, quien combina sus habilidades de carpintero con conocimientos de mecánica, introdujo un motor petrolero automovilístico en sus embarcaciones, cambiando así el sistema de navegación local. “Al inicio se burlaban de mí, pero ahora hemos logrado un cambio significativo”, comentó.
Sin embargo, el constructor reconoce que es urgente modernizar el sistema de propulsión de las lanchas. Manrique afirmó que es necesario renovar al menos diez embarcaciones para no seguir con un atraso de 40 años. “Hay que modernizar, utilizando motores ligeros de última tecnología, lo que permitirá llegar más rápido a las islas del lago”, explicó.
Además, advirtió sobre el impacto ambiental de las embarcaciones petroleras, que están contaminando el lago con humo y aceite. “No podemos promover el turismo si seguimos dañando la bahía del lago”, concluyó, enfatizando la necesidad de un cambio para proteger este importante recurso natural.