La región de Puno enfrenta una ola de criminalidad que ha dejado seis muertos en las primeras dos semanas de 2025, superando las cifras de los últimos años, mientras las autoridades policiales evaden dar respuestas claras sobre la situación.
El general PNP Francisco Ninalaya Martínez, jefe de la región policial de Puno, se limitó a mencionar coordinaciones con el alcalde provincial para el Programa de Fortalecimiento de la Seguridad Ciudadana, sin referirse directamente a las bandas delictivas que operan en la zona norte ni a su posible migración hacia el sur del país.
En relación a las seis muertes ocurridas en la mina La Rinconada en los últimos días, Ninalaya solo señaló que “se están haciendo las investigaciones del caso” y prometió futuras operaciones policiales, pero sin detallar estrategias ni fechas concretas. Por su parte, el coronel Percy Pizarro, jefe de la división policial, evitó abordar la problemática criminal y se enfocó en actividades como los carnavales.
La falta de medidas concretas y de comunicación efectiva por parte de las autoridades aumenta la preocupación de la población, que demanda acciones inmediatas para combatir la inseguridad y restablecer la tranquilidad en la región.