El distrito de Samán, en la provincia de Azángaro, enfrenta una grave crisis debido a las intensas lluvias que han destruido más de 50 hectáreas de cultivos forrajeros, esenciales para la alimentación del ganado. Fredy Yana, alcalde de Samán, alertó sobre la magnitud del desastre y la urgente necesidad de ayuda, ya que las inundaciones también han dejado incomunicadas a varias comunidades, poniendo en riesgo la economía local.
Las lluvias no solo han afectado a Samán, sino también a distritos vecinos como Taraco y Huancané. Aunque se han implementado defensas ribereñas para mitigar los daños, la falta de recursos económicos ha limitado su efectividad. El alcalde Yana explicó que el presupuesto municipal es insuficiente para atender la emergencia, lo que agrava la situación día a día.
La principal actividad económica de Samán, la producción de leche, está en peligro debido a la pérdida de cultivos de papa y forraje. «Los desbordes continúan afectando a nuestra población, y no podemos hacer nada para evitar que la situación se agrave», señaló Fredy Yana. El alcalde ha solicitado reuniones urgentes con autoridades regionales para coordinar una respuesta más eficaz ante la emergencia.
Además de los daños en los cultivos, las lluvias han destruido las carreteras, dejando incomunicadas a varias comunidades. Las máquinas disponibles para atender la emergencia son insuficientes y están en mal estado, lo que dificulta las labores de rescate y reconstrucción. Fredy Yana hizo un llamado urgente a los gobiernos regional y nacional para que envíen maquinaria, materiales y apoyo inmediato.
«Nuestra gente necesita ayuda ahora, antes de que la situación empeore», concluyó el alcalde Yana. La crisis en Samán refleja la vulnerabilidad de las comunidades rurales frente a los fenómenos climáticos y la necesidad de una respuesta rápida y coordinada para evitar mayores pérdidas humanas y económicas.
