El Instituto Peruano de Economía (IPE) destacó que Puno necesita un mayor impulso en la inversión privada y resiliencia en sus sectores productivos para garantizar un crecimiento económico sostenido. La región creció 3.7 % en el tercer trimestre del 2024, una cifra que, aunque positiva, se ubicó ligeramente por debajo del promedio nacional (3.8 %) y del liderazgo regional alcanzado en el trimestre anterior.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el crecimiento de Puno en el tercer trimestre fue impulsado principalmente por los sectores de electricidad, gas y agua (14.4 %), transporte (4.5 %) y agropecuario (4.5 %). Sin embargo, el IPE subrayó la necesidad de mejorar los sistemas de riego, ya que solo el 3.5 % de los terrenos agrícolas en la región cuenta con este servicio, frente al promedio nacional del 43.8 %.
En contraste, el sector minero registró una leve caída del 0.6 %, lo que ha llevado al IPE a recomendar la ejecución de los proyectos mineros Corani, con una inversión de 579 millones de dólares, y Ollachea, con 126 millones de dólares. Estas minas tienen el potencial de dinamizar la economía regional a través de encadenamientos productivos con otros sectores.
El IPE resaltó que el desarrollo de estas minas no solo generará empleos directos, sino que también estimulará actividades económicas relacionadas, fortaleciendo el crecimiento local. La minería, como eje estratégico, podría devolverle a Puno un papel protagónico en el ámbito económico regional.
Para mantener un crecimiento sostenido, Puno necesita diversificar sus fuentes de ingresos y garantizar una mejor infraestructura en sectores clave como la agricultura. La inversión privada, junto con el aprovechamiento responsable de los recursos mineros, será fundamental para alcanzar estos objetivos y fortalecer la economía regional.


