Excavadoras, cargadores frontales y volquetes ingresan en el sector de Chilla y remueven residuos sólidos de hasta quince metros de altura, el objetivo es nivelar y compactar el terreno contaminado, así lo asegura Arturo Oroz Bocangel, jefe de la unidad de gestión de residuos sólidos.
Oroz Bocangel inspecciona el avance junto a especialistas y maquinaria pesada, ellos precisan que actualmente intervienen el área prevista para el futuro pasaje peatonal, consolidando la primera etapa del proyecto que pretende asegurar el uso responsable del espacio recuperado.
El plan contempla un pasaje peatonal de diez metros de ancho, gestión de gases, tratamiento de lixiviados y accesos tipo caracol, además se instalará una geomembrana que evitará la filtración de contaminantes, mientras los alrededores se preparan para sembrar pasto, arbustos y flores pequeñas.
El equipo estima culminar los trabajos en seis meses, aprovechando la ausencia de lluvias durante la temporada seca, Oroz Bocangel comenta que el cronograma de obra apunta a diciembre como meta de entrega y destaca la eficacia del personal en el avance diario.
La obra incluye accesos tipo caracol para facilitar el ingreso de vehículos al punto más alto del terreno, allí funcionará un mirador, según el ingeniero Oroz Bocangel, y la próxima planta de tratamiento trabajará los lixiviados durante los primeros años tras el cierre formal del botadero.
Oroz Bocangel sostiene que el área restaurada apunta a convertirse en espacio de aprendizaje y memoria, el lugar preservará el recuerdo de los conflictos sociales y las consecuencias ambientales que vivió la provincia por la contaminación prolongada.
La autoridad propone que tras la remediación, el gobierno local impulse un proyecto complementario orientado al esparcimiento educativo, con el fin de fomentar nuevas actitudes frente al medio ambiente y evitar los errores pasados en la gestión de residuos en San Román.