El director del Hospital Carlos Monge Medrano de Juliaca, Zenón Buenaventura Iquiapaza Vargas negó que la falta de energía eléctrica causó directamente la muerte de Flora Mendoza, gestante de treinta años que falleció junto a su bebé el cinco de octubre.
El generador no fue el problema real según aseguró Iquiapaza al referirse al deceso de la paciente, precisando que el hospital contaba con ventiladores mecánicos que funcionaron durante dos horas con baterías de respaldo tras el corte eléctrico registrado.
El director explicó que la paciente ingresó días antes con fiebre alta y complicaciones en su embarazo de seis meses, encontrándose en cuidados intensivos desde su ingreso además conectada a un respirador artificial según detalló.
Iquiapaza aclaró que el fallecimiento no ocurrió en la mañana sino en horas de la noche del domingo, cuando el suministro eléctrico ya había sido restablecido hacía más de tres horas según su versión de los hechos.
El funcionario afirmó que sí hubo personas responsables que debieron actuar con rapidez, señalando que el sistema de respaldo eléctrico no funcionó adecuadamente por razones mecánicas durante la emergencia hospitalaria registrada el fin de semana.
Iquiapaza respondió a los cuestionamientos por su ausencia durante el incidente manifestando que a esa hora estaba en su hogar, porque no vive en el hospital, tras ser increpado por familiares y periodistas presentes.
El director sostuvo que el hospital sigue operando y descartó renunciar pese a las exigencias sindicales, concluyendo que están mejorando día a día mientras reafirma su compromiso de continuar reforzando el sistema hospitalario frente a emergencias.


