Las Cuatro Zonas de Juliaca y familiares de las víctimas de las protestas de 2022 y 2023 convocaron a una paralización nacional para el próximo 15 de octubre. Desde la Plaza de Armas de Juliaca, epicentro de las protestas de diciembre 2022, los dirigentes exigieron la renuncia del Ejecutivo y el Legislativo; “que se vayan todos», arengaron.
Raúl Canaza Paxi, presidente de las Cuatro Zonas, denunció que «la ultraderecha captura cada día más instituciones del Estado». Señaló que la designación de José Jerí, no garantiza transparencia en las elecciones ni soluciones a la inseguridad ciudadana. «La población presiente que los problemas continuarán», advirtió, ante la convulsión social que se avecina.
Antero Pimentel Esquivias, expresidente de las Cuatro Zonas, pidió prisión para Dina Boluarte, a quien llamó «asesina genocida». «Cierren las fronteras para que no escape», demandó, mientras instó a unir a barrios y organizaciones para cerrar el Congreso. «Tenemos cinco traidores en Puno que han vendido a la región», afirmó, al recordar el abandono de obras y servicios básicos.
Los dirigentes cargaron cartelones con los colores rojo y blanco y anunciaron su adhesión a la «toma de Lima» programada para el 15 de octubre. «Juliaca se paralizará», aseguró Canaza, aunque reconoció que la organización para sumarse a la marcha capitalina aún se ajusta. «La movilización será inevitable», sentenció.
«El Congreso se burla de la población», criticó otro líder, al recordar que la renuncia de Boluarte no incluyó a los 130 congresistas. «Son delincuentes que permiten la inseguridad», acusó, al exigir elecciones inmediatas. «Si no se van, seguiremos en las calles», advirtió, al anunciar estrategias organizadas para protestas futuras.
Otro dirigente recordó su participación en las tres tomas de Lima y llamó a la unidad nacional. «No retrocederemos ni un metro», declaró, al asegurar que Puno y Juliaca liderarán las protestas. «La región sufre por obras paralizadas y falta de servicios», denunció, al vincular la crisis con la corrupción en el Legislativo.
La convocatoria del 15 de octubre coincide con la llegada del alcalde de Pataz a Lima, lo que aumenta el riesgo de nuevos enfrentamientos. «La población no aguanta más», concluyó un dirigente, al advertir que la protesta será pacífica pero firme.