El cuerpo calcinado hallado en el sector Chilla de Juliaca fue identificado como Kener Rojas Rocca, obrero de 32 años que trabajaba como chofer en obra del Gobierno Regional, quien presentaba signos de tortura con manos amarradas, mordaza y múltiples golpes en la cabeza.
La víctima transportaba ingenieros desde tempranas horas hacia Puno en la construcción de un colegio regional, cumplía horarios de lunes a sábado hasta las dos de la tarde, residía en una casa a espaldas de la UANCV y era padre de un menor.
María Elena Rocca, madre del fallecido, relató entre lágrimas que perdió comunicación con su hijo el sábado por la noche a las diez, cuando Kener respondió por WhatsApp indicando que estaba en su cuarto, sin obtener respuesta posterior hasta conocer la terrible noticia.
Los padres manifestaron que Kener mantenía una relación sentimental con una mujer llamada Mari, separada de su anterior pareja, situación que habría generado amenazas del exconviviente quien advirtió «ni que se cruce mi camino», configurando el principal móvil investigado por celos.
Claudio Rojas Mamani, padre de la víctima, señaló que en el lugar donde calcinaron a su hijo encontraron ropa envuelta en pedazos, evidencia no registrada adecuadamente en el parte policial inicial, mientras realiza investigaciones particulares con cuatro o cinco sospechosos identificados.
El examen forense reveló que Kener fue torturado antes de morir, presentando múltiples hematomas en la cabeza además de ataduras con alambre y mordaza, descartándose rumores sobre mutilación de lengua, mientras exigen justicia ante casos que quedan impunes en Juliaca.