La urbanización San Santiago en la ciudad de Juliaca vive momentos de gran inseguridad debido a que más de siete locales nocturnos, incluyendo cantinas que operan toda la noche generando graves problemas para los residentes locales, esta situación ha desatado una creciente preocupación vecinal.
Ubicados estratégicamente junto al terminal terrestre, estos establecimientos fueron reubicados desde otras avenidas, funcionan sin control en el jirón Obelisco y áreas verdes de la urbanización. Vecinos indican que la presencia de estos locales atrae a personas de mal vivir, intensificando el desorden nocturno en el barrio.
Estos locales llevan más de tres meses funcionando ininterrumpidamente, según la dirigente Delia Coaquira quien indicó que atienden hasta el amanecer incluso con damas de compañía, confirmando las quejas constantes sobre la alteración del orden público y la tranquilidad.
Los vecinos reportan con angustia numerosas peleas violentas por lo cual experimentan constante peligro por la presencia de personas ebrias y amenazas directas, afectando severamente su paz y seguridad cotidianas en sus propios hogares.
Desde abril, los residentes han solicitado audiencias formales ante la Municipalidad Provincial de San Román, sin obtener respuesta alguna hasta la fecha, esta inacción municipal agrava la frustración y desesperación de la comunidad afectada.
La comunidad exige al alcalde una intervención inmediata para cerrar estas cantinas. También piden al gerente de fiscalización cumplir con sus funciones, aplicando la ordenanza municipal 007 que multa a los propietarios que alquilan sus predios.
Algunos dueños de estas propiedades usadas como locales argumentan que tienen libertad para hacer lo que deseen en sus casas. Sin embargo, los vecinos enfatizan que esta libertad no debe poner en riesgo la integridad ni la seguridad de los demás habitantes de la urbanización.
Existe una sospecha vecinal de que funcionarios municipales o de fiscalización podrían estar recibiendo dinero para permitir su operación. Esta grave acusación refuerza la urgencia de una acción contundente y transparente para restaurar el orden.
