Decenas de vecinos de salida Lampa en la ciudad de Juliaca cerraron la vía en protesta contra la empresa de transportes Línea 35 «Correcaminos». Acusan maltratos físicos y psicológicos a usuarios, además de múltiples accidentes registrados en los últimos meses por maniobras peligrosas de sus unidades.
Los manifestantes denuncian discriminación sistemática durante más de diez años, especialmente contra escolares y adultos mayores. Según testimonios, los operadores rechazan a ancianos por «consumir tiempo» y dejan sin transporte a estudiantes que deben llegar a sus centros educativos.
El conflicto escaló tras reportes de robos al interior de los vehículos, presuntamente cometidos por cobradores y choferes. Testigos afirman que los trabajadores se burlan de los usuarios al reclamar, mientras la empresa mantendría personal que amenaza a quienes protestan.
La protesta paralizó completamente el tránsito de las combis de la Línea 35. Los vecinos exigen el retiro definitivo de la empresa, acusándola de prácticas abusivas durante una década sin intervención de autoridades municipales o regionales.
Usuarios revelan que otras empresas intentaron operar en la ruta, pero habrían sido expulsadas por amenazas de socios de la Línea 35. Esto consolidó un monopolio que afecta a miles de familias dependientes del transporte público en el sector.
Los manifestantes advirtieron que radicalizarán las protestas si no reciben respuesta. Señalan que soportaron demasiado tiempo maltratos, discriminación e inseguridad en un servicio vital para urbanizaciones densamente pobladas de la zona.
La empresa no se pronunció durante la protesta. Autoridades de transporte aún no responden a las demandas, mientras los vecinos piden supervisión urgente para garantizar un servicio digno en esta ruta clave de Lampa.
