Vecinos de la Urbanización Cincuentenario Cancollani en Juliaca protagonizaron una protesta contra la instalación de una antena de telefonía móvil. Los residentes de la octava cuadra del jirón Cancollani se oponen al proyecto por carecer de autorización municipal.
La Municipalidad Provincial de San Román no otorgó licencia de construcción para ejecutar este proyecto de telefonía móvil. Los vecinos confirmaron esta información tras realizar consultas en la entidad edil. La instalación avanza sin el permiso correspondiente en plena zona residencial.
Los manifestantes señalaron que las construcciones en el sector no deben sobrepasar el segundo nivel por normativa aeroportuaria. La antena sobrepasa la altura permitida en esta zona urbana cercana al aeropuerto Inca Manco Cápac de Juliaca. Las restricciones buscan garantizar la seguridad de las operaciones aéreas.
«No vamos a permitir que termine la instalación. Si no quieren acá, es prioritario», expresó el presidente del barrio elegido democráticamente. Los vecinos advirtieron que la antena podría generar problemas de salud como dolores de cabeza y mareos en la población.
Los residentes denunciaron que la propietaria del inmueble nunca consultó con la comunidad sobre el proyecto. La vecina instaló la antena de manera sorpresiva sin comunicar a los habitantes del sector. «Nos han sorprendido de la noche a la mañana», manifestaron los afectados.
La protesta incluyó la quema de maderas frente a la vivienda donde se realiza la instalación. Los vecinos prendieron fuego a la puerta del inmueble como señal de rechazo al proyecto. La movilización busca detener de forma definitiva la construcción de la antena.
Los manifestantes solicitaron la intervención inmediata de las autoridades municipales y aeroportuarias para frenar el proyecto. «El aeropuerto debería pronunciarse por la instalación», indicaron los vecinos organizados. La torre se encuentra a aproximadamente quinientos metros de la torre de control aeroportuaria.
Los residentes advirtieron que tomarán medidas más drásticas si continúan los trabajos de instalación de la antena. La comunidad se mantiene firme en su posición de rechazar el proyecto por considerarlo peligroso e ilegal. Los vecinos exigen el retiro inmediato de la estructura instalada.