El culto a los muertos es una costumbre ancestral que se practica con fervor y solemnidad. A pesar de que en los últimos años ha tenido variación e influencias coloniales, mantiene su esencia, dijo el antropólogo Henry Flores Villasante.
En Razón Libre de Pachamama radio, señaló que los días 01 y 02 de noviembre, son fechas para honrar a los seres queridos que fallecieron con el armado de tómbolas y altares cubiertos con tela negra, donde se colocan los alimentos que le gustaban al ser querido en vida como panes y galletas de diversas formas que tienen una simbología específica.
También se colocan agua, flores, frutas, dulces y las tradicionales Tantawawas, coronas y otros productos, indicó el también regidor de la Municipalidad Provincial de Puno.
La celebración de Todos los Santos es un testimonio de cómo las prácticas ancestrales pueden coexistir y enriquecerse mutuamente con las influencias coloniales. A pesar de otras culturas occidentales que se practican como el Halloween, esta costumbre sigue siendo una parte integral de la identidad puneña, indicó.