Tres edificios completamente destruidos marcan la devastación de un incendio que ha consumido el corazón de Barrios Altos. El siniestro en el jirón Cangallo ha convertido seis inmuebles en ruinas humeantes.
El tercer edificio, un inmueble de cinco pisos donde se almacenaban juguetes y artículos de piñatería, colapsó parcialmente. Residuos de baterías de litio aceleraron la propagación de las llamas, generando una emergencia de grado 4.
El comandante Juan Carlos Morales reveló que 45 unidades y 300 bomberos luchan contra el fuego. La estimación oficial indica que serán necesarios al menos dos días más para controlar completamente el siniestro iniciado hace 36 horas.
Más de 50 personas fueron evacuadas, pasando la noche en carpas instaladas en la Plaza Italia. Vecinos de las quintas en Santa Rosa, Junín, Cangallo y Lucanas abandonaron sus hogares ante la inminente amenaza de expansión.
Algunos residentes optaron por permanecer cerca, temiendo posibles saqueos mientras el fuego seguía avanzando. La solidaridad ciudadana se manifestó con donaciones de alimentos y agua para damnificados y bomberos que trabajan incansablemente.
El comandante Morales lanzó una advertencia crítica: “No es posible que esto siga sucediendo recurrentemente”. Exhortó a las autoridades a fiscalizar los almacenes clandestinos que representan un grave riesgo para la población.
A pocas cuadras del Instituto Nacional Materno Perinatal, el incendio generó una densa columna de humo visible desde varios distritos. El colapso de los edificios entorpece el trabajo de los bomberos, quienes continúan su lucha contra las llamas.
Afortunadamente, ninguno de los derrumbes ha dejado heridos ni víctimas mortales entre los bomberos. La emergencia continúa, con los equipos de rescate trabajando sin descanso para contener un fuego que amenaza con seguir extendiéndose.