Las fuertes lluvias en Cusco han dejado a la vista problemas graves, como buzones colapsados, drenajes obstruidos y deslizamientos en quebradas. A esto se suman obras municipales inconclusas que han provocado aniegos en varias viviendas. La falta de prevención y la ineficiencia de las autoridades locales han dejado a la población enfrentando nuevamente las consecuencias de una gestión inadecuada, a pesar del tiempo que tuvieron para prepararse ante la temporada de lluvias.
Un caso crítico se dio en la avenida Collasullo, donde una obra paralizada desvió las aguas de lluvia hacia viviendas cercanas, causando inundaciones. Vecinos afectados culparon al alcalde Luis Pantoja Calvo, quien acudió al lugar con su equipo para evaluar los daños. Al día siguiente, se usó maquinaria pesada para intentar remediar la situación, pero el daño ya estaba hecho, dejando en evidencia una falta de planificación en las obras.
En la urbanización Kari Grande, zanjas abiertas por trabajos inconclusos causaron accidentes vehiculares. Las lluvias ocultaron los huecos, atrapando a un bus y un auto particular en el lodo. Los pasajeros tuvieron que continuar a pie entre el barro, evidenciando la falta de señalización y mantenimiento adecuado en las vías.
En Santiago, un deslizamiento en la zona de Generación 2000 Araway dejó piedras gigantes sobre la avenida principal, mientras que, en la carretera hacia Paruro, otros deslizamientos obstruyeron el paso. Ambos casos pudieron haberse evitado con trabajos preventivos en las quebradas y una mejor infraestructura. Estos hechos son un llamado de atención para que las autoridades actúen con mayor responsabilidad en la protección de la ciudadanía.
