La contaminación en la cuenca Llallimayo de la provincia de Melgar llegó a niveles críticos que obligaron a las autoridades locales a programar una nueva inspección este lunes 15 de diciembre desde las 5:00 de la mañana. Las organizaciones de Melgar esperan resultados concretos tras esta evaluación de emergencia, después de años de lucha sin respuestas a pesar de que ministros y viceministros instalaron mesas de trabajo que nunca dieron soluciones.
Marcelino Surco Quispe, presidente del Frente de Defensa de los Recursos Hídricos de la Cuenca Llallimayo, advirtió que el deterioro del agua ya es visible en los canales de riego. La población señala que el cambio permanente de color del agua se debe al aumento de metales pesados generados por la empresa minera Aruntani SAC, los cuales han afectado la salud de cientos de familias.
El líder social indicó que la contaminación causada por Aruntani SAC es constante y alarmante, mientras que el Estado peruano aún no toma medidas concretas para frenar el problema. Las autoridades locales buscarán evaluar en el lugar el grave deterioro que atenta directamente contra la salud de la población y el ambiente de la región Puno tras años de promesas sin cumplir.
La inspección programada para el lunes 15 de diciembre representa una nueva oportunidad para que las autoridades documenten el daño grave causado por Aruntani SAC en la cuenca Llallimayo, después de múltiples compromisos sin cumplir. Las organizaciones sociales exigen que este monitoreo de emergencia no sea solo una visita más como las realizadas antes por funcionarios de alto nivel que no dejaron resultados concretos.
Los pobladores mantienen la esperanza de que esta evaluación obligue al Estado a implementar soluciones urgentes, después de que ministros y viceministros llegaran a la zona para instalar mesas de trabajo sin lograr acciones efectivas. El cambio de color del agua durante los últimos días de noviembre marcó un momento crítico que mostró el deterioro acelerado del recurso vital para las comunidades de Melgar.
Las familias de la cuenca Llallimayo piden resultados concretos tras años de lucha contra las operaciones de Aruntani SAC que amenazan su salud y actividad agropecuaria en Puno. El monitoreo del lunes determinará si finalmente se tomarán medidas concretas para frenar el aumento de metales pesados generados por la empresa minera, luego de múltiples promesas del gobierno sin respuesta efectiva.


